El año pasado, Elena Mirò se encargó de abrir la Semana de la Moda de Milán y, sin embargo, ahora la marca que diseña para mujeres con tallas grandes -si la 44 se puede considerar así- ha sido expulsada del certamen. El motivo oficial lo dio al diario italiano Corriere della Sera el presidente de la cámara italiana de la moda, Mario Boselli, al que explica que la pasarela ha excluido del evento oficial diez casas de moda para «mantener alta la imagen de la creatividad y el estilo del prêt-á-porter », sin pararse a valorar el caso concreto de Elena Mirò.
Sin embargo, la diseñadora no ha querido rendirse ante esta expulsión y de hecho no escatimó detalles: «Me lo han comunicado en una carta. La verdad es que en la moda milanesa no hay espacio para las mujeres con curvas», denunció Elena Mirò al Corriere en declaraciones recogidas por Efe. También afirmó que siente «desilusión y estupor» por la exclusión y aseguró que los motivos que le han dado son «ridículos».
Presente en la pasarela milanesa desde el 2005, Elena Mirò marcó tendencia al presentar la moda en cuerpos con curvas más pronunciadas que las habituales, y de hecho se vio como un logro de esta firma que en el 2006 los responsables de la moda italiana suscribieran un acuerdo para que en las pasarelas no hubiese modelos de menos de 16 años ni con problemas alimentarios -o al menos, con síntomas evidentes de padecerlos-. Fue el mismo año que en España la pasarela Cibeles decidió exigir a las modelos un índice mínimo de masa corporal de 18, política que todavía sigue en vigor. Frente a esta tendencia, cada vez más frecuente en el exigente mundo del estilo, «la decisión de la cámara de la moda da un paso atrás en el ámbito social», dice Mirò al periódico italiano.
Éxito de chicas grandes
La integración de la moda (y las modelos) de tallas grandes en la industria es un proceso que parece imparable. Por ejemplo, en la última Semana de la Moda de Nueva York participó por primera vez la marca OneStopPlus.com, que se dedica a este sector; o el caso de la actriz Christina Hendricks, conocida por su papel de la eficiente Jane en la serie Mad Men, que se quejó en los últimos premios Emmy de que los diseñadores más famosos no le prestan ropa por su talla; al final, fue vestida por Zac Posen, que se perfila como el proveedor de ropa de fiesta para las actrices, cantantes y modelos que superan las tallas convencionales. El éxito de la estética Mad Men -ambientada en los años sesenta, con el icono de Marilyn como marco- hizo que diseñadores como Karl Lagerfeld o Jean Paul Gaultier incluyeran modelos de tallas grandes en sus campañas.
Y es que, según recordaba la propia Elena Mirò en el Corriere, «según las estadísticas, la talla más usada en Italia y en Europa es la 44 y no la 38, que es la que desfila en las pasarelas». La firma está presente en decenas de países y su filosofía es ofrecer prendas optimistas y dinámicas para «mujeres reales».