Decenas de miles de manifestantes participaron ayer en una de las mayores protestas antinucleares en Alemania, hasta el punto de que el primer cargamento de residuos nucleares que cruza el país en los últimos años fue desviado y retrasado por las protestas de los ecologistas.
Entre 50.000 manifestantes, según los organizadores, y 10.000, según la policía alemana, logrado bloquear el camino del tren que traslada el cargamento nuclear. Primero desviaron el convoy en por lo menos una ocasión y luego lo obligaron a pararse en varias otras. El transporte llegó a territorio alemán desde Francia con dos horas de retraso, tras recorrer un camino alternativo (pasando la frontera en Kehl) para evitar las marchas.
El periplo terminará hoy
El tren, con 123 toneladas de residuos radiactivos vitrificados en once contenedores especiales Castor, salió el viernes de la planta de reprocesamiento de La Hague (Francia), y entró en Alemania ayer bajo estrictas medidas de seguridad. Está previsto que hoy llegue a su destino, en la localidad alemana de Gorleben, donde se depositarán provisionalmente en un almacén, lugar que se eligió en 1979.
Para proteger al convoy, que transporta residuos nucleares creados en las centrales alemanas, pero enviados a Francia para ser tratados, la policía germana movilizó 16.500 agentes, debido a los continuos bloqueos de las vías del ferrocarril para frenar el tren a lo largo de los mil kilómetros de trayecto por tierras alemanas hasta Dannenberg.
El tren fue retenido durante horas por una manifestación previa cerca de la frontera germano-francesa, cuando miles de ecologistas bloquearon las vías. Luego, en Dannenberg, otros miles escuchaban los discursos y música en el acto de protesta organizado por los ecologistas, mientras que otros cientos hacían planes para detener el convoy, al menos temporalmente, antes de que llegara a Gorleben.
La nueva ley aprobada por el Gobierno de Merkel, que prorroga doce años el apagón nuclear previsto para el 2022, según una decisión del antiguo Gobierno de Gerhard Schröder, ha sido el detonante de la protesta, en las que los manifestantes han recuperado símbolos y lemas de los años sesenta, como «Atomkraft. Nein, Danke!» (Energía nuclear. ¡No, gracias!).
«Merkel provocó a la sociedad al extender la vida útil de la energía nuclear, y esta es la respuesta de la gente», dijo Jürgen Trittin, uno de los líderes del partido Verde. Mientras, Claudia Roth, líder de los Verdes, aseguró que «la alta participación ha demostrado que gran parte de la población está en contra de la equivocada y peligrosa política del Gobierno». Por su parte, Merkel criticó los actos de sabotaje al tren. Alemania obtiene el 23% de su energía de las centrales nucleares.