Dior suspende al diseñador británico tras un altercado callejero en París
26 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El modisto británico John Galliano acabó la noche del jueves en comisaría tras agredir verbalmente a una pareja en una terraza parisina. Sus insultos de carácter racista y su elevado nivel de alcohol en sangre han llevado a la casa Dior a suspenderle de sus funciones como responsable de las colecciones femeninas e imagen de la marca.
Ocurrió a las nueve de la noche en el café La Perle, en el animado barrio del Marais. Por razones todavía desconocidas, Galliano la emprendió en inglés con los ocupantes de la mesa vecina. «Sucia cara judía, tendrías que estar muerta», le gritó a la chica, a quien llamó además «puta» de forma repetida; «jodido bastardo asiático, te mataré», le lanzó a su compañero.
La policía intervino al momento. La prueba de alcoholemia reveló una tasa de 1,01 miligramos y el modisto pasó varias horas retenido, acompañado por su chófer, hasta que le permitieron regresar a su domicilio con instrucciones de volver a presentarse y cargos por «violencias ligeras» e «insultos de carácter antisemita». Las víctimas han presentado una denuncia contra él por injurias públicas de carácter racista, un delito que puede costarle seis meses de prisión y 22.500 euros de multa.
El modisto se explicará «ulteriormente», según su abogado, que en su nombre rechaza «las acusaciones de antisemitismo que se le imputan» y anuncia que «perseguirá a quienes hagan semejantes acusaciones».
En un comunicado, el presidente, Sidney Toledano, declaró que «la casa Dior afirma con la mayor firmeza su política de tolerancia cero respecto a todo propósito o actitud antisemita o racista» y anunció que Galliano queda suspendido de sus funciones «a la espera de los resultados de la investigación». Dior no ha tomado aún una decisión sobre la posible anulación del desfile de su nueva colección previsto para el día 4 en el Museo Rodin en la Semana de la Moda de París. El mercado asiático supone un 35% del volumen de ventas de la firma.
El escándalo llega unos meses después de que el perfumista Guerlain pusiera de patitas en la calle a su mejor «nariz» tras un desafortunado comentario sobre la capacidad de trabajo de los negros.