A DE ALIANZA. Guillermo deslizará un anillo en el dedo de Kate, pero no a la inversa, porque el príncipe no quiere anillo de casado, como su abuelo, el duque de Edimburgo.
B DE BESO. Nadie sabe si los jóvenes se besarán en público, como hicieron Carlos y Diana hace 30 años.
C DE CARROZA. La novia, que llegará a la ceremonia en Rolls Royce, subirá a una carroza una vez convertida en esposa del segundo en la línea de sucesión a la corona. Será un coche de caballos descubierto o acristalado si llueve, ambos ya utilizados por Diana.
D DE DIANA. Casi 15 años después de su muerte, la madre de Guillermo, que sigue viva en los corazones de muchos británicos, será la referencia inevitable de la jornada.
E DE EFEMÉRIDE. El 29 de abril es el día de Santa Catalina... de Siena, patrona de Italia.
F DE FERGIE. Oveja negra de la familia, la tía de Guillermo no está invitada, como tampoco el presidente Obama. Habrá, sin embargo, bastantes famosos entre los 1.900 invitados, empezando por el matrimonio Beckham y Elton John. Y también el cartero, el carnicero y el tendero del pueblo de Kate.
G DE GUILLERMO. Muchos británicos desearían que sucediera a la reina Isabel II, desbancando a su padre, el príncipe Carlos, en la línea dinástica. Aunque la posibilidad es muy remota, subiría al trono como Guillermo V.
H DE HUMANITARIO. Ni batidora ni salsera en la lista de boda, sino donativos para 26 organizaciones benéficas. Isabel II recibió 2.500 regalos con motivo de su boda, entre ellos dos pares de calcetines.
I DE «I DO». Será el sí más esperado del año, pronunciado ante 2.000 millones de televidentes y miles de fotógrafos y periodistas. Sin contar a los 600.000 turistas adicionales esperados en Londres.
J DE JUBILEO. Los adeptos a los fastos reales que se pierdan la cita podrán resarcirse en junio del 2012 con los festejos para los 60 años de la subida al trono de la reina Isabel.
K DE KATE. Se acabaron los diminutivos. La señorita Middleton ya solo responderá al nombre de Catherine (Catalina en español).
L DE LUNA DE MIEL. Jordania, Australia o Mauricio son algunos de los destinos que baraja la prensa para el viaje de novios que efectuará la pareja antes de instalarse en su casita de Gales. Si no optan por la sobriedad y se dirigen a una de las múltiples propiedades reales, como Balmoral.
M DE METEOROLOGÍA. El legendario mal tiempo británico estará hoy a la altura de su reputación, con cielo gris, lluvia e incluso truenos, según el pronóstico del tiempo. Sería mala suerte porque según las estadísticas solo ha llovido seis veces el 29 de abril en los últimos 20 años.
N DE NOCHE. Ha sido corta para la mayoría de invitados a la abadía de Westminster, esperados a partir de las 07.15 horas, es decir... más de dos horas y media antes de la llegada de la novia.
Ñ DE ÑOÑO. Para quienes crean que el enlace real no es más que eso, este día festivo suplementario les permitirá huir del circo mediático a Málaga, Tenerife o cualquier otro de los destinos preferidos de los británicos en esta época del año.
O DE ORQUESTA. La fanfarria de la Royal Air Force, de la que Guillermo es piloto, amenizará la ceremonia, con los trompetistas de la Household Cavalry, una orquesta de cámara y dos coros.
P DE PUB. Para que no pare la fiesta, los tradicionales bares ingleses podrán cerrar más tarde. Así, los sujetos de Su Majestad podrán beberse algunas pintas más de la cerveza especial «Kiss me Kate».
Q DE QUEEN. Casando a su nieto con Kate, la reina espera terminar con la serie negra de la monarquía, del divorcio de Carlos a los escándalos del príncipe Andrés, pasando por los deslices de Sarah Ferguson.
R DE REPUBLICANOS. Tratan por todos los medios de hacer oír su voz y han organizado actos alternativos en Londres para los que creen que la monarquía ya no tiene razón de ser.
S DE SCOTLAND YARD. Habrá agentes de paisano entre la gente, tiradores de élite en los tejados y barrios enteros acordonados.
T DE TARTA. Dos mejor que una para agasajar a los 300 invitados a la cena de gala. Un fruitcake por tradición y el pastel del chocolate que Guillermo adoraba de niño por afición.
U DE UNIFORME. Es la prenda que debería elegir Guillermo para la boda. Su prometida ha dicho en alguna ocasión que lo encontraba «sumamente sexi» en su atuendo militar.
V DE VÓMITO. Para quienes están empachados de boda, la «bolsa para vomitar» con la imagen de la pareja inventada por una británica será una aliada indispensable en este largo día de festividades.
W DE WESTMINSTER. Cuando Kate y Guillermo se den el sí en el templo gótico, los contemplarán mil años de historia real. Desde hace siglos, el edificio alberga coronaciones, bodas y entierros reales. En 1997, Guillermo, que entonces tenía 15 años, asistió al funeral de su madre.
X DE INCÓGNITA. Es por supuesto el vestido de la novia. El secreto, cuidadosamente guardado, habrá durado hasta el final. Debido al contexto de austeridad actual, debería ser más discreto que el voluminoso traje de cuento de hadas de Diana.
Y DE YOUTUBE. La mayor plataforma de vídeos por Internet ha sido una de las nuevas herramientas utilizadas por la casa real para comunicar sobre la boda a los internautas en todo el mundo y transmitirá por primera vez un evento este tipo en streaming.
Z DE ZARA PHILLIPS. Será la próxima en casarse. Pero su boda fue relegada al segundo plano por la pareja estrella a la que, según la prensa, habría apodado Ken y Barbie.