El Vaticano dice que no puede hacer previsiones sobre una eventual canonización porque «hace falta otro milagro»
30 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El féretro con los restos de Juan Pablo II fue sacado ayer de la tumba que ocupaba en las Grutas Vaticanas y colocado sobre un catafalco cubierto con una tela blanca delante de la monumental tumba de San Pedro.
El ataúd permanecerá en ese lugar hasta mañana, cuando será trasladado ante el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro para que los fieles puedan venerarlo una vez beatificado por Benedicto XVI. El féretro no será abierto debido al corto espacio de tiempo que hace desde su fallecimiento.
Paralelamente, la camiseta ensangrentada que llevaba puesta Juan Pablo II el día en que fue víctima del atentado en la plaza San Pedro será expuesta este fin de semana en un convento de Roma.
El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, ha dicho que no se pueden hacer previsiones sobre al fecha de una eventual canonización (proclamación como santo) de Juan Pablo II. «Para la canonización hace falta otro milagro. No se puede hacer una previsión precisa sobre la fecha. Lo único que se puede decir es que, tras la beatificación, la postulación comenzará a recoger las gracias (milagros por intercesión del ya beato) para su eventual valoración», dijo Amato.
Ayer se supo que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, al que la UE tiene prohibido que pise suelo europeo por violar los derechos humanos en su país, será uno de los 16 jefes de Estado que asistirán el 1 de mayo a la beatificación de Juan Pablo II. «No hay nada que ocultar. Zimbabue es un Estado que mantiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede», afirmó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.