Rendidos ante el capitán Blunt

por b. r. sotelino

SOCIEDAD

El británico embelesó al público combinando baladas y pop optimista

01 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Siempre se destaca en su biografía el pasado militar de James Blunt, que llegó a capitán del Ejército británico. Pero será por su aspecto frágil o su fama de buenazo y su labor filantrópica que te entran ganas de defenderlo de las feroces críticas que ha recibido. A Blunt se le apagó bastante la estrella que se encendió, sorprendentemente, con su disco de debut, Back to Bedlam, en el 2004. El disco incluía la balada You?re beautiful, que encandiló a medio planeta y eclipsó otras composiciones que no estaban tan mal. Despachó 14 millones de discos, pero no se repitió la chiripa. Sin embargo, ha continuado una carrera con altibajos que ha reconducido con su último disco, Some kind of trouble. Ayer llegó a Vigo para ofrecer un concierto que no defraudó a sus entregados seguidores. El estilo de Blunt es un pelín empalagoso, pero con su nuevo trabajo se ha enmendado ofreciendo canciones más lúdicas y optimistas. En su actuación en el nuevo auditorio y palacio de congresos vigués, lleno hasta la bandera, puso en pie al público que agotó las entradas en una semana. Arropado por una banda con guitarras, bajo, batería y piano, tomó el mando en plaza y deleitó a sus seguidores con las canciones que todos esperaban escuchar, desde el imprescindible You?re beautiful, la romántica Goodbye my lover o su último éxito, Stay the night, tema de alegría contagiosa que se parece mucho al Hey, Soul Sister, del grupo Train.

Admirado como músico y como persona

Desde el bombazo del insufrible You're beautiful, Blunt ha tratado de encontrar su lugar en el firmamento pop con desigual suerte. Y no se puede decir que no la tenga. En su trayectoria se aprecia una entrega profesional y una dedicación sin fisuras. Cuenta con una legión de fans que lo admiran como músico y como persona, algo que siempre destacan los que lo han tratado, hasta estrellas como Robbie Williams. Y encontrar buena gente no es nada desdeñable en un mundillo plagado de víboras.

El Auditorio y Palacio de Congresos Mar de Vigo se inauguró el pasado mes de marzo con un concierto de Luz Casal, pero el de ayer era el primer concierto de una estrella internacional que ofrecía el recinto. El espacio, dotado de 1.421 butacas, ofrece grandes posibilidades para el desarrollo de espectáculos, pero arrastra dificultades técnicas subsanables, como se evidenció el pasado martes en la penosa representación de la ópera «Aida».

La actual gira de James Blunt marea. Empezó en abril en Estados Unidos y tras recorrer casi todo el país saltó a Canadá y de ahí a Australia. Volvió a Europa y antes de llegar a Vigo paró en Tenerife y Coímbra, donde también se agotaron las entradas. Ahora le esperan Asia (Tailandia, Singapur, Japón y China), Sudáfrica y de nuevo Europa, empezando por Rusia.