Ortega Cano asegura al juez que solo se mojó los labios con cava

sevilla / efe

SOCIEDAD

El torero mantiene que no iba ebrio ni superó los límites de velocidad

10 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El torero José Ortega Cano declaró ayer ante el juez que cuando sufrió el accidente de tráfico en el que murió otro conductor no había bebido alcohol y que solo se había «mojado los labios con una copa de cava», al tiempo que aseguró que respetó todos los límites velocidad existentes. Ortega Cano compareció como imputado durante dos horas ante el juez de instrucción número 9 de Sevilla, ante quien mantuvo que no excedió el límite de 90 kilómetros por hora de la carretera donde tuvo lugar el accidente y que controlaba correctamente su todoterreno, pese a que el informe de los peritos de la Guardia Civil afirma que colisionó a 125 kilómetros por hora tras invadir el carril contrario.

Sin embargo, en el momento de la colisión pudo darle «un vahído» o «somnolencia», según su abogado, que atribuyó a la arritmia cardíaca que sufre el torero.

Abogados presentes en la declaración informaron a los periodistas de que Ortega Cano dijo que recuerda todo lo sucedido excepto el instante anterior a la colisión, de la que no tiene ninguna imagen, ni siquiera la de las luces del coche contra el que chocó.

En contra del informe oficial, que detectó en su sangre casi el triple de alcohol del autorizado, Ortega Cano afirmó primero que solo bebió «un sorbo de cava» y luego, a preguntas de otros abogados, precisó que apenas se mojó los labios, por lo que «no se explica» los datos del Instituto Nacional de Toxicología.

Su abogado, Enrique Trebolle, explicó que en breve presentará testigos que demostrarán que «nadie lo vio -al torero- antes del accidente en un estado que no fuera correcto».

En su comparecencia, Ortega Cano no hizo ninguna alusión al fallecido, Carlos Parra, de 48 años, y dijo que «juraba por sus hijos» que todo lo declarado sobre el accidente que sufrió el pasado 28 de mayo en una carretera local próxima a Castilblanco de los Arroyos (Sevilla) es la verdad.

El torero llegó a los juzgados de Sevilla en un coche de alta gama, entró y salió del edificio judicial rodeado de medio centenar de cámaras de televisión y de fotógrafos y se desplazó en una silla de ruedas empujada por su hijo Fernando. La expectación que ha despertado el caso del accidente de Ortega Cano ha sido notable tanto en los medios como en la calle.

En una breve declaración, el torero aseguró que ha acudido a declarar «con toda franqueza» y con el deseo de que «sea lo que Dios quiera y las leyes dictaminen».

El juez encargado de la vista, que no acordó contra él ninguna medida cautelar, le ha imputado un delito de homicidio por imprudencia y dos delitos contra la seguridad vial.