El sistema de evaluación del Consejo de Seguridad Nuclear evalúa la vigilancia de las instalaciones, la adopción de actuaciones para corregir las deficiencias que se observen y la comunicación al público.
29 sep 2011 . Actualizado a las 19:43 h.Durante el segundo trimestre del 2011, el sistema de evaluación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) identificó 43 «incumplimientos» en el funcionamiento de las centrales españolas. Estos «hallazgos», de importancia para la seguridad entre muy baja (verde) y baja y moderada (blanco), por el color asignado, representan «incumplimientos de normas, buenas prácticas o compromisos» que, según el modelo de actuación previsto «no deberían haberse producido» por la «capacidad razonable» de prevención y corrección supuesta a los operadores.
El CSN publica íntegro en su página web el informe trimestral del Sistema Integrado de Supervisión de las Centrales que evalúa la vigilancia de las instalaciones, la adopción de actuaciones para corregir las deficiencias que se observen y la comunicación al público.
«De mayo a junio se registraron 43 hallazgos de inspección, 42 de los cuales son de muy baja importancia para la seguridad (color verde) y uno de ellos de importancia moderada (color blanco)», un incidente que registran el 27 de abril en Ascó I, y que provocó una evaluación INES 1 en la escala internacional de riesgo radiactivo. Identifican, además, de entre 16 «indicadores», datos numéricos sobre seguridad, de muy baja importancia, dos de importancia entre baja y moderada en Ascó I y Cofrentes, «como en el trimestre anterior».
Esa situación coloca a estas centrales ante la clasificación denominada «respuesta reguladora» y no del titular u operador, para revisar las causas de los fallos y establecer acciones correctivas.
El CSN informó además del resultado positivo de la revisión o auditoría voluntaria del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a la que se sometió entre enero y febrero de este año. Durante ocho días de esos meses, el Integrated Regulatory Review (IRRS), dependiente del OIEA, revisó el cumplimiento del CSN a las recomendaciones sobre su funcionamiento planteadas en su última inspección, en el 2008. Según la nota del CSN, «el OIE subraya que el regulador español ha avanzado en la mayoría de las áreas de mejora identificadas por la misión de 2008» y que ha actuado «conforme a un plan de acción integral y sistemático». La evaluación, agrega, contempla la organización interna del CSN, la preparación ante emergencias, las competencias en desmantelamiento de instalaciones nucleares y gestión de residuos«.
El examen del IRSS, de 80 páginas recomienda la «colaboración» con las partes competentes para «ultimar el marco regulador para la seguridad de las fuentes radiactivas y la seguridad de la información» y «facilitar el proceso de selección de un emplazamiento para disponer de un almacenamiento definitivo de combustible gastado y residuos radiactivos de alta actividad». El equipo examinador, integrado por ocho expertos internacionales, concluyó que «no hubo nuevos hallazgos durante la misión de seguimiento de la IRRS del 2011».