El 15 de noviembre de 1971 la firma Intel fabricó -y posteriormente comercializó- el i4004, una CPU de cuatro bits embutida en un simple chip.
16 nov 2011 . Actualizado a las 10:33 h.Es el corazón de la tecnología contemporánea, aunque su papel queda muchas veces oculto frente al resto del hardware y el software de los equipos electrónicos. El microprocesador cumplió ayer 40 años, desde que el 15 de noviembre de 1971 la firma Intel fabricó -y posteriormente comercializó- el i4004, una CPU de cuatro bits embutida en un simple chip.
Originalmente diseñado para la compañía japonesa Busicom para ser usado en su línea de calculadoras, el 4004 tenía 2.300 transistores y fue seguido al año siguiente por el primer microprocesador de ocho bits, el 8008.
La evolución desde entonces ha sido imparable. La segunda generación de procesadores Intel Core cuenta con casi mil millones de transistores y alcanza frecuencias de casi 4 GHz. Si la velocidad de los coches hubiera aumentado en igual medida desde 1971, podríamos conducir de San Francisco a Nueva York en un segundo. Los actuales microprocesadores trabajan casi 5.000 veces más rápido y consumen en torno a 5.000 veces menos energía. En el mismo período, el precio por transistor se ha visto reducido hasta 50.000 veces. Algo necesario porque, según la Ley de Moore, el número de transistores de un procesador se duplica cada dos años.