Power Balance tendrá que pagar una multa de 57 millones de dólares en EE.UU. porque no ha podido demostrar que produzca ningún beneficio
23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Para llevar adelante un timo hay que conseguir dos cosas, el primo al que timar y que no te pillen. La publicidad falsa se parece muchas veces a los timos, aunque no se le llame así. La compañía que fabrica las pretendidas pulseras «casi milagrosas» -según ellos- Power Balance encontró nada menos que 30 millones de primos, a 30 dólares por cabeza. Lo malo es que les han pillado y tendrán que pagar la friolera de 57 millones de dólares (unos 42 millones de euros), lo que ha obligado a la empresa a solicitar la bancarrota, ya que no puede hacer frente a la multa.
La compañía fue fundada en el 2007 en California por los hermanos Josh y Troy Rodarmel, de 28 y 38 años respectivamente. Vendían unas pulseras de silicona con un holograma. Si todo se hubiera quedado ahí no hubiera habido ningún problema, pero los Rodarmel publicitaban su bisutería diciendo que las pulseras mejoraban «el equilibrio, la coordinación, la resistencia y la concentración y reducían el estrés, el dolor, la fatiga o las enfermedades motrices».
Consiguieron que multitud de famosos llevaran la banda de silicona en sus muñecas, entre ellos algunos deportistas como los jugadores de baloncesto Kobe Bryant o Shaquille O?Neal y también la duquesa de Cornualles, Kate Middleton, o la ministra de Sanidad española, Leire Pajín. Y tras ellos, otros treinta millones de personas en todo el mundo.
Pero en enero pasado un grupo de clientes estadounidenses entabló una demanda civil contra la empresa porque, según afirmaban, las pulseras no tenían «más poder que el que se puede esperar de un trozo de goma». Ya entonces, los hermanos Rodarmel se vieron obligados a emitir un comunicado en el que reconocían la falsedad de las supuestas propiedades de la pulsera: «Admitimos que no hay evidencia científica que apoye nuestras afirmaciones [decía el comunicado] sobre las supuestas propiedades terapéuticas del brazalete y por lo tanto hemos tenido una conducta engañosa». En aquella nota de reconocimiento del fraude se comprometían también a devolver el importe de la pulsera a los clientes que se hubieran sentido engañados.
Publicidad engañosa
La multa impuesta a Power Balance se basa en que a pesar de dicho comunicado, en el que quedaba claro que las propiedades curativas de la pulsera eran falsas, Troy y Josh Rodarmel continuaron utilizando esa información en la publicidad. La multa se debe solo a las actividades comerciales de Power Balance en Estados Unidos, pero no sería sorprendente que ocurra lo mismo en el resto de los países que tienen leyes de protección de los consumidores.
En España, el Instituto Nacional de Consumo ya había advertido sobre el fraude de las pulseras milagro y la organización de defensa de los consumidores Facua las había denunciado ante las autoridades sanitarias.