La pregunta de qué es exactamente la alta costura surge cada año cuando un pequeño grupo de diseñadores presentan en París sus colecciones, que a veces no se distinguen de la oferta del prêt-à-porter y que nunca se ven por la calle.
La alta costura es sin duda un concepto: una prenda hecha a partir de un diseño único, a la medida del cliente, con materiales de primerísima calidad y elaborada por artesanos muy cuidadosos. Y en este grupo genérico hay muchísimos más costureros adscritos que los elegidos que desfilan en París. Son los modistos y sastres impecables que elaboran trajes a la antigua usanza, y que llevan gentes acomodadas, pero no necesariamente millonarias. Sin embargo, alta costura también es una expresión protegida jurídicamente en Francia que otorga la Chambre Syndicale de la Haute Couture y llevar en la etiqueta el término haute couture supone cumplir unos estrictos requisitos [ver recuadro].
Para esta primavera-verano, la lista de miembros está formada por: Adeline André, Anne Valérie Hash, Atelier Gustavolins, Chanel, Christian Dior, Christophe Josse, Franck Sorbier, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Maurizio Galante, Stéphane Rolland y Giambattista Valli.
Los miembros corresponsales (extranjeros) son: Azzedine Alaïa, Elie Saab, Giorgio Armani, Martin Margiela, Valentino y Versace. Y cada año hay un grupo de invitados.
El español Josep Font fue miembro de este sindicato durante unos pocos años, pero en enero del 2010 lo dejó porque económicamente era insostenible [algunos de sus vestidos tenían costes de 10.000 euros]. Firmas españolas con la etiqueta haute couture han sido Rabanne, Pertegaz y Balenciaga.
Lo cierto es que la alta costura no es rentable. Para las firmas que la comercializan, este departamento solo supone el 5 % de las ventas totales. Pero la alta costura es algo más: es una imagen de marca.
Uno de los diseñadores españoles que mejor conocen el mundo de la moda parisina, el gallego José Castro, explica de qué se trata: «La alta costura crea una marca con gran potencial comercial por medio de una comunicación no verbal, solo visual». Y apunta que trabajos como el de John Galliano para Dior «materializan un sueño inalcanzable», que se convierte en asequible a través de la cosmética y los accesorios. Así, una mujer que adore las creaciones de la maison francesa puede consolarse con un pañuelo, un bolso o, si su economía está más limitada, un perfume o un brillo de labios.
Lejos quedan los tiempos del que fue primer diseñador de alta costura, Charles Frederick Worth, en el siglo XIX, pero se mantiene esa reminiscencia onírica de lo sublime.
análisis ¿qué es la alta costura?
BAJO PEDIDO
Hay que diseñar ropa bajo pedido a la medida de los clientes y de forma artesanal (costuras y bolsillos hilvanados, acabados de forros y cuellos...).
VENTA LIMITADA
En este selecto club solo se puede vender un diseño de cada una de las prendas por continente.
ATELIER PROPIO
Deben tener un taller (atelier) en París con, al menos, veinte artesanos trabajando a tiempo completo. Si lo tienen en otra ciudad (Valentino, Saab, Armani...) se denominan «miembros corresponsales».
DOS DESFILES AL AÑO
Hay que hacer dos desfiles. Desde el 2001 rigen criterios cualitativos, porque antes era obligatorio presentar al menos 35 diseños por temporada.