Los peligros del mordisco de un pez

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SOCIEDAD

A través de esta terapia se puede contagiar cualquier enfermedad que se transmita por la sangre, como la hepatitis C e incluso el VIH

17 feb 2012 . Actualizado a las 13:47 h.

Los cardiólogos tratan enfermedades del corazón, los dermatólogos de la piel, los dentistas los bucales y los podólogos las alteraciones y dolencias de los pies. Hasta ahí todo claro, el problema viene cuando a estos expertos les llega un sustituto de dudosa profesionalidad y más aún cuando es una cuestión de moda. La ictioterapia es lo último en podología y como novedad que es ha tenido una acogida sorprendente, lo que muchos desconocen es que más que curar, nos hace enfermar.

Se trata de una técnica o terapia para la que se utilizan minúsculos peces denominados «garra rufa», que supuestamente tienen propiedades curativas para los problemas de los pies. La persona que se somete a ictioterapia debe meter los pies en agua a 37 grados y durante 15 ó 20 minutos dejar que los peces los «mordisqueen» para obtener el resultado óptimo. Es una raza de pez de agua dulce que proviene de países como Turquía, Siria, Irak, Irán y Pakistán. Los «garra rufa» carecen de dientes y lo único que hacen es succionar las células muertas, consiguiendo así un efecto revitalizante.

Expertos en medicina advierten de los peligros de esta práctica asiática, ya que los peces pueden estar contagiados por algunos virus o bacterias que se han pasado por alto en el control previo a su utilización.

Según un estudio de la Agencia de Protección de la Salud de Reino Unido, aquellas personas con sistemas inmunológicos más débiles como por ejemplo, los diabéticos son más sensibles al peligro de contagio. De la misma manera advierten del riesgo que existe si la persona en cuestión tiene alguna herida, por pequeña que sea en el pie, ya que a través de ella se puede contagiar cualquier enfermedad que se transmita por la sangre, como la hepatitis C e incluso el VIH. Aunque las posibilidades son remotas si se cumplen las condiciones higiénicas necesarias, los expertos recuerdan que el peligro existe.

No hace mucho tiempo que esta ténica ha llegado a España, está más desarrollada en países como EE UU o Inglaterra, Nueva York y Londres rebosan locales en los que se lleva a cabo esta práctica, que es entre otras cosas económica, ya que no suele superar los 20 euros. Ya son muchas las famosas que se han apuntado a la ictioterapia, entre las habituales están Angelina Jolie, Demi Moore, la cantante Jessica Simpson y Eva Longoria.