
Su llegada a España cierra cinco años de litigio con la empresa Odyssey
26 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.En un vuelo marcado por las tormentas y transportado en un cargamento de 21 toneladas, el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes llegó ayer España. Lo hizo doscientos años después y tras una batalla judicial de otros cinco con la empresa Odyssey, que lo extrajo del pecio donde se hundió la nave, frente a las costas del Algarve en 1804 tras un ataque de corsarios ingleses, y se lo llevó a Florida. Las más de 500.000 monedas de oro (las menos) y de plata, así como algunos tejidos, fragmentos metálicos y balas de cañón han quedado depositados provisionalmente en la sede de la Secretaría de Estado de Cultura, en el centro de Madrid.
El tesoro llegó en contenedores cuidadosamente embalados por los técnicos españoles trasladados a Tampa (Florida), que han introducido líquido conservante en cada uno de ellos, motivo por el que ha aumentado el peso a transportar. El comandante Miguel Ángel Tobías Martínez ha especificado que el cargamento, repartido entre los dos aviones en cuatro y tres palés, respectivamente, pesaba 21.338 kilos.
La meteorología ha sido «el peor factor» del trayecto debido a las tormentas típicas de la época, ha explicado el comandante, quien ha reconocido el especial «cariño» con el que han afrontado esta misión por su significado: «Recuperar el patrimonio de España».
El destino del tesoro, «un lugar seguro», según explicó en Torrejón el general José Causante, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil, ha resultado ser, después de varias horas de secretismo, la sede del antiguo Ministerio de Cultura y actual Secretaría de Estado, en el centro de Madrid.
Hasta ella llegaron los camiones que trasladaban el botín, en medio de fuertes medidas de seguridad, escoltados por agentes de la Guardia Civil y de la policía.
El tesoro de la fragata descansa ya en la sede ministerial, bajo depósito judicial del juzgado número 3 de La Línea de la Concepción, que es el que ha llevado a cabo las investigaciones por el expolio del pecio.
Según explicó el ministro español de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, el Gobierno debe aún estudiar su ubicación definitiva, aunque al parecer no tendrá un destino único y podría repartirse entre varios museos.