Para la ONU, legalizar las drogas para luchar contra el narcotráfico «no es una opción»

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La junta de fiscalización de estupefacientes presentó su informe del consumo mundial

29 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La legalización de las drogas para luchar contra el narcotráfico «no es una opción», ya que solo serviría para agravar el problema. Así intentó zanjar ayer Hemid Ghodse, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) el debate abierto desde hace años por algunos expresidentes latinoamericanos como el brasileño Henrique Cardoso o el colombiano César Gaviria, al que se acaba de sumar el guatemalteco Otto Pérez Molina.

En Viena, según la agencia Efe, durante la presentación del informe de la JIFE -órgano que vigila la aplicación de los tratados internacionales sobre drogas-, Ghodse argumentó la postura oficial prohibicionista de la ONU, impuesta por la Administración norteamericana, con el siguiente argumento: «Si nos fijamos en drogas legales como el tabaco y el alcohol, no solo matan cada año entre 10 y 15 veces más que las drogas ilícitas, sino que también el delito relacionado con el tráfico de tabaco y de alcohol no ha desaparecido y, de hecho, es una gran parte de la actividad criminal».

El balance anual oficial de 50 años de políticas prohibicionistas en las que todos los esfuerzos se han dirigido fundamentalmente a la reducción de la oferta no es precisamente alentador. Según los datos del propio informe de la JIFE presentado ayer, los norteamericanos consumen entre 150 y 160 toneladas de cocaína anuales y las incautaciones a los carteles mexicanos que monopolizan el suministro al mercado norteamericano se han desplomado desde que el Gobierno impuso hace cinco años una estrategia militar. La lucha arroja el saldo de 50.000 muertes violentas.

El mismo informe estima que el mercado europeo absorbe unas 120 toneladas el año, un consumo que se ha estabilizado pero que se ha duplicado en la última década.

Los países del sur de Europa -España e Italia, las dos grandes puertas de entrada-, junto al Reino Unido, siguen registrado mayores tasas de consumo de una sustancia que, según estimaciones de la ONU y de Interpol, mueve unos 60.000 millones de euros al año.

Señala el informe que en Europa un millón de personas se sometieron a tratamientos por consumo de drogas en el 2010. El 20 % de los pacientes eran mayores de 40 años, promedio de edad en aumento.

El documento de la JIFE se hace eco igualmente de la proliferación de farmacias en Internet que venden ilegalmente tanto fármacos legales sin prescripción médica como sustancias prohibidas, la mayoría falsificados. También denuncia el aumento en el mercado de nuevas sustancias no sometidas a fiscalización internacional.