Escasa eficacia de las monodosis, un año después de su implantación por Leire Pajín
SOCIEDAD
Leire Pajín lo planteó de forma oficial a los consejeros de Sanidad en diciembre del 2010. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se celebraba en Santiago de Compostela y la entonces ministra dibujó las líneas maestras de la monodosis, dosis única o los paquetes de medicamentos con las pastillas exactas por tratamiento. Los objetivos eran «concienciar» a la población sobre el uso de los fármacos y ahorrar unos 300 millones con estas medidas. En abril del año pasado, Pajín presenciaba en los laboratorios Ferrer de Sant Feliu de Boixalleu (Gerona) la producción de las primeras dosis individuales de ibuprofeno y paracetamol.
Comenzaron a despacharse cerca de cinco millones de dosis, pero su aceptación fue muy fría y la medida no tuvo éxito. Un año más tarde, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona puso voz al sentir general. «No era un sistema lógico porque la gran mayoría de los tratamientos están razonablemente ajustados», explicó Francesc Pla. La industria tampoco lo tiene claro. Farmaindustria dice que «las experiencias en otros países como la resultante del año en el que en España ha estado implantado» revelan que el sistema no consigue ahorros importantes y además supone una dificultad para las empresas al tener que cambiar su producción con una una inversión «considerable». Señalan además que las prestaciones de medicamentos ya están ajustadas a las necesidades. Más fácil sería adaptar los envases al tiempo de curación. La ministra de Sanidad, Ana Mato, recordó tras la aprobación del real decreto de modificación de la sanidad la necesidad de cambios en los empaquetados.
Francisco Errasti, profesor de Economía Sanitaria en la Universidad de Navarra, señala que en el Reino Unido los pensionistas toman las pastillas que necesitan, «ni una más».
Los expertos sugieren ajustar los fármacos al tiempo de curación