El cocinero donostiarra critica que el único objetivo es «hacer daño a la Michelin»
02 may 2012 . Actualizado a las 23:37 h.El cocinero Martín Berasategui ha vertido hoy durísimas críticas contra la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo que el pasado domingo hizo pública la revista británica Restaurant y que ha calificado de «montaje» y «patraña».
El restaurador donostiarra, que suma varias estrellas Michelín, tres de ellas con su establecimiento de Lasarte (Guipúzcoa), ha dicho a Efe que, tras sus críticas «abiertas» al ránking de 2011, cuando figuró en el puesto 29, ya esperaba el resultado de este año, en que ha pasado a ser el número 67.
«Para mí esta lista no es real ni justa, está amañada», ha asegurado el cocinero vasco, quien ha añadido que ya no está «en edad» de dejarse «manipular».
Ha señalado que las calificaciones de la revista británica «no son nada serio», entre otras razones, porque «no tiene presupuesto», que es lo que entiende que hace falta para viajar y visitar restaurantes en cada país.
«El único presupuesto es el que se han gastado en la cuchipanda de Londres», ha destacado, tras cuestionar que en la lista falten restaurantes como el donostiarra «Akelarre», de Pedro Subijana, con tres estrellas Michelín y que no ha sido incluido entre los 100 mejores.
Ha opinado que, tras esta lista, se encuentra «una gran multinacional de la alimentación» que lo que busca es «hacer daño» a la guía Michelín, y que el presidente del jurado español, Rafael Anson, es «un profesional en dividir».
«Quieren hacer daño a la Michelín y me dan toda la candela que pueden», recalca Berasategui, que asegura que estaría «muy contento» de la aparición de ocho restaurantes españoles entre los 50 primeros del mundo «si fuera verdad».
Ha lamentado también que Ferrán Adriá, «el mayor genio de todos los tiempos», o que el «grandísimo» «Celler de Can Roca», que ha repetido como segundo mejor restaurante del mundo, entren en lo que él entiende como «una patraña impresionante».
Berasategui ha pedido a Adriá, que según el cocinero donostiarra ya criticó la lista en The New York Times, que diga «la verdad».
No cree que sus declaraciones tengan por qué costarle la enemistad con algunos de sus compañeros. «Nadie se tiene que enfadar por decir la verdad», ha subrayado.