El hombre más rico de Francia denuncia a «Liberation» por insultarle en su portada

Efe

SOCIEDAD

Bernault Arnault, dueño del grupo LVMH, aparece en la primera página del diario junto a un titular en el que se puede leer «¡Lárgate, rico gilipollas!»

10 sep 2012 . Actualizado a las 21:19 h.

Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia y dueño del grupo de lujo LVMH, ha denunciado al diario francés Libération por su portada de hoy en la que aparece su retrato a toda página junto al titular «Casse-toi, riche con!» («¡Lárgate, rico gilipollas!»), primera página con la que el periódico reaccionaba a su decisión de solicitar la nacionalidad belga. Arnault acusa al rotativo de proferir «injurias públicas» contra él y considera que su portada es «inaceptable».

Tras la polémica sobre su petición de doble nacionalidad y tras haber precisado que «era y seguiría siendo residente fiscal francés», el dueño del grupo consdiera que no tiene «otra elección» que presentar una denuncia, dada «la extrema vulgaridad y la violencia del titular del rotativo».

Bernard Arnault creó LVMH hace más de 20 años y «siempre trabajó y pagó la totalidad de sus impuestos en Francia», recuerda una nota del grupo que gestiona algunas de las marcas más exclusivas del país como Christian Dior, Louis Vuitton, Guerlain, Givenchy o Moët et Chandon. «Ha creado más de 20.000 empleos directos en territorio francés», recordan.

A su juicio, la portada del periódico «revela un ánimo antiempresa» totalmente contrario a las necesidades de enderezamiento económico del país y de lucha contra el paro, «que no podrán triunfar sin la motivación de los empresarios privados».

El diario muestra a un sonriente Arnault con una pequeña maleta roja junto a un eslogan que los franceses conocen muy bien, pues es muy similar a una desafortunada frase pronunciada en 2008 por el expresidente conservador francés Nicolas Sarkozy, amigo personal del dueño de LVMH. Libération cambió solo la palabra «pobre» del famoso «¡Lárgate, pobre gilipollas!», pronunciado por Sarkozy en el Salón de la Agricultura de París a un ciudadano que se negó a darle la mano, por la palabra «rico».