El paciente fue dado de alta y, por haber recibido terapia preventiva demasiado tarde, sufrió daños en su cerebro y un año después se le otorgó una minusvalía del 89 %
09 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de condenar a la Consejería de Sanidad de esa comunidad a pagar más de un millón de euros a un paciente por haber sido dado de alta y después tener un ictus.
Los hechos ocurrieron el 25 de febrero del 2006, cuando un hombre acudió al centro de salud de Fuencarral a las siete de la tarde con mareos, pérdida de visión, malestar general, pérdida de fuerza en un brazo e incapacidad para hablar, todos síntomas de un posible accidente isquémico transitorio (TIA), que puede dar a paso a un ictus. Según informó a la doctora que lo atendió, en los días anteriores había sufrido episodios parecidos, pero muy breves en el tiempo. Ella decidió enviarlo a casa con la sospecha de que podía ser un TIA. A las doce del mediodía siguiente el hombre presentó un cuadro similar pero mucho más grave -con pérdida del conocimiento y convulsiones- y fue trasladado al hospital La Paz. Sin embargo, como llegó tarde para recibir terapia preventiva, su cerebro sufrió daños y un año después se le otorgó una minusvalía del 89 %. El caso, presentado por Aguirre Abogados, es para el tribunal una negligencia médica porque tendría que haber sido derivado urgentemente el primer día a un hospital, y, aunque no se apreció mala fe, la indemnización se cifró en un millón de euros.