La tableta-ordenador Surface, primera incursión de Microsoft en el hardware de dispositivos móviles, acompaña hoy al lanzamiento de Windows 8 en Estados Unidos y varios países europeos, pero entre ellos no está España. Surface fue presentado hace unos meses por Steve Ballmer y llamó la atención por tres motivos: por su funda-teclado incorporada, por sus completas especificaciones -habrá incluso una versión con procesador Intel- y por la competencia que su comercialización supone para las numerosas compañías licenciatarias de Windows, que ahora ven cómo el gigante de la informática se mete en su propio terreno.
Sí estará disponible en todo el mundo la tienda de aplicaciones con las que opera el nuevo sistema. El objetivo es que el usuario tenga la misma experiencia en todos los dispositivos dotados con Windows, ya sea un pecé, una tableta o un móvil. «Hemos reimaginado Windows y hemos inaugurado una nueva era para Microsoft y nuestros usuarios», dijo ayer Ballmer, director ejecutivo de la compañía.