Un profesor de Oxford propone una nueva fórmula para determinar el índice de masa corporal que beneficia a las personas más altas
27 ene 2013 . Actualizado a las 15:32 h.«El índice de masa corporal (IMC) que usted (y el Servicio Nacional de Salud) utilizan para evaluar la obesidad es una medida extraña. Vivimos en un mundo de tres dimensiones, sin embargo, el índice de masa corporal se define como el peso dividido por la altura al cuadrado. Fue inventado en la década de 1840 [entonces, la obesidad no era considerada un problema], antes de las calculadoras, cuando una fórmula tenía que ser muy simple para ser utilizable. Como consecuencia de esta definición infundada, millones de personas de baja estatura piensan que están más delgadas de lo que están, y millones de personas altas piensan que están más gordas». Esta es una parte de la carta que Nick Trefethen, profesor de análisis numérico de la Universidad de Oxford, envió a la revista The Economist este mes de enero para explicar por qué ha propuesto una nueva manera de calcular si una persona está o no en su peso adecuado.
A partir de ahí explica su fórmula nueva, que intenta corregir un fallo de la anterior: la gente más alta tiene un porcentaje de grasa natural que no debe considerarse sobrepeso. Puntualiza Trefethen que «la nueva fórmula no se basa en estudios epidemiológicos y puede que no sea una mejora, por todo tipo de razones», y necesitará por tanto un análisis muy serio antes de aceptarla como general.
Hablar «el mismo idioma»
Y es que eso, precisamente, es lo que supone el IMC. Teresa Martínez Ramonde, jefa de servicio de Endocrinología del Chuac, reconoce que este índice «es erróneo, sin duda, porque un atleta puede pesar lo mismo que una persona obesa de su estatura, aunque no le sobre un kilo», ya que el músculo es un 18 % más denso que la grasa. Pero, con todo, Martínez Ramonde está a favor de este índice: «Es la mejor valoración que tenemos para usarlo de una manera generalizada, es una forma de hablar todos el mismo idioma, y aunque puede tener correcciones, no anda muy lejos de la realidad. Cuando una persona viene a la consulta porque ha visto que su IMC es alto es que realmente le sobra peso».
La manera para determinar de forma fehaciente si alguien tiene o no quilos en exceso es mediante un aparato, el impedanciómetro, que indica el porcentaje de grasa, músculo y agua que tiene una persona.
Los especialistas reconocen que la obesidad es un problema muy serio, y que ajustar al máximo los índices es importante. En el Foro de Davos, ayer mismo, se hablaba del asunto: 1.400 millones de adultos pesan en exceso, y los expertos piden una acción mundial. Lo primero, creen, es dejar de echarle la culpa a los pacientes: en 30 años el porcentaje de personas afectadas se ha duplicado, «no parece una falta de voluntad colectiva», dijo una de las expertas.