Los periodistas, tan dados a convertir en hitos las casualidades, dicen hoy en Roma que las elecciones generales de los días 24 y 25 serán las primeras que se celebren sin que el Vaticano tenga un poder visible. En los periódicos se recuerda que la elección de coaliciones tras los comicios -algo tan habitual en Italia- o el nombramiento de ministros siempre se realiza mirando de reojo a San Pedro.
En esta ocasión, con la sede casi vacante -no lo estará hasta el día 28, pero hay que tener en cuenta que el papado ya está en período de descuento y si se mantiene la agenda el papa estará su última semana de pontificado de ejercicios espirituales- las cosas pueden ser diferentes. ¿En qué sentido? Berlusconi asegura que solo afectará en la publicidad, y eso es cierto, porque ayer no había otro asunto en Italia que las causas, consecuencias y otras divagaciones a partir de la renuncia de Benedicto. Pero parece que no solo eso. Sin el Vaticano al cien por cien, la única autoridad católica a la que mirar es la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Francisco Vázquez, exembajador español cerca de la Santa Sede y observador privilegiado estos días en Roma, preguntado por este diario, aseguraba ayer que «la CEI está en manos de Bagnasco, un hombre totalmente opuesto a Berlusconi». Mientras Bertone, cabeza política del Vaticano, mantenía una posición de indiferencia hacia el polémico empresario y político, Bagnasco es casi un «enemigo» de Il Cavaliere. La merma de autoridad de Bertone en estas semanas será, pues, mirada con lupa desde el Palacio del Quirinal.
Mientras tanto, Berlusconi parece ajeno a toda la polémica y ayer respondió a la pregunta de si la Iglesia estaba preparada para un papa negro con un rotundo «por supuesto que sí. Ahora el mundo es verdaderamente global».
italia celebrará elecciones generales los días 24 y 25