«Cassini», espía de Saturno

Cristina L. Éboli MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

«Cassini» partió de la Tierra en 1997 y se situó en la órbita de Saturno en julio del 2004.
«Cassini» partió de la Tierra en 1997 y se situó en la órbita de Saturno en julio del 2004. efe< / span>

La sonda espacial seguirá hasta el 2017 desentrañando los misterios del segundo mayor planeta del Sistema Solar

06 may 2013 . Actualizado a las 19:19 h.

Partió de la Tierra en octubre de 1997 y se situó en la órbita de Saturno en julio del 2004. A lo largo de los casi nueve años que lleva escrutando al segundo mayor planeta del Sistema Solar y sus lunas, la sonda Cassini, bautizada así en homenaje al astrónomo genovés Giovanni Domenico Cassini, ha revelado centenares de los secretos que guarda el universo. Por ejemplo, sus últimas imágenes mostraron la semana pasada un gigantesco huracán en el polo norte de Saturno.

Cassini se inició con un presupuesto superior a los 3.000 millones y es hasta la fecha el mayor proyecto de colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea. Pasa por ser además una de las sondas mejor equipadas que nunca se han enviado al espacio.

Camino de su destino ya tuvo tiempo de sacar miles de imágenes de Júpiter. Allí coincidió con Galileo, siendo esta la primera ocasión en que dos sondas pudieron examinar de forma conjunta un planeta que no fuese la Tierra. Aunque solo pasaba por allí, su labor permitió corroborar la validez de la teoría de la relatividad de Einstein.

La sonda Cassini tiene como sus principales objetivos Saturno y Titán. Para el estudio de esta luna, Cassini viajó con un compañera, la sonda Huygens, que se posó en la superficie del satélite en el 2005. El trabajo de ambas ha desvelado que existe lluvia de metano sobre su superficie, además de lagos y cauces de ríos de este hidrocarburo que se extienden a lo largo de su superficie.

Vapor de agua

Además, la nave ha mostrado cómo la luna Encelado posee una tenue atmósfera, es uno de los cuatro cuerpos del Sistema Solar que cuenta con actividad volcánica y, lo más llamativo, expulsa gran cantidad de vapor de agua hacia el exterior a modo de un géiser que riega los anillos de Saturno y la capa superior de su atmósfera. También se le debe el descubrimiento del satélite Febe, una retorcida masa de roca capturada por Saturno hace miles de millones de años y que gira en torno al planeta en sentido contrario al del resto de sus más de 60 lunas.

«Grandes pasos»

«A través de Cassini y sus instrumentos estamos dando grandes pasos en el entendimiento de los procesos físicos que crearon y gobernaron este y otros sistemas solares» opina el doctor Dennis Matson, científico de la NASA y uno de los responsables del proyecto.

La vida útil de la sonda debía concluir en el 2008, pero dados los excelentes resultados obtenidos y el buen funcionamiento de la nave se ha prolongado su vida en dos ocasiones. Ahora, está previsto que recoja datos hasta el 2017. Después, al igual que le sucedió a la Galileo en Júpiter, será dirigida al interior de Saturno y se destruirá en su atmósfera. Se hará así para evitar que en el futuro pueda quedar descontrolada, colisione contra la superficie de alguna de las lunas y pueda contaminarla.