Basa su decisión en la «difícil situación económica» que un matrimonio sevillano manifiesta estar viviendo e incide en los beneficios que tendrá en los hijos
04 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Una juez de Sevilla ha dictado una sentencia de divorcio en la que ordena dividir en dos el piso propiedad de los padres del marido para que cada cónyuge se quede con una parte. La juez explica que el piso consta de 250 metros cuadrados que, en realidad, son dos viviendas unidas, por lo que con «mínimas obras de adaptación» puede dividirse en dos partes independientes.
El piso es propiedad de los padres del marido, pero la juez recoge que, desde que hace un año la pareja decidió disolver su matrimonio, no han tomado ninguna acción contra su nuera y dos nietas, que se quedaron en él. De ello deduce que no desean desalojarlas. La juez reconoce las «suspicacias que puede despertar» esta decisión, pero llama la atención sobre los beneficios a largo plazo para las menores, de 6 y 7 años, dado que el padre tiene sus oficinas en los bajos del edificio y ello facilitará la relación con sus hijas.
La juez basa su decisión en la «difícil situación económica» que ambos esposos manifiestan estar viviendo, aunque la madre reclamaba una pensión de 7.135 euros mensuales para que sus hijas puedan continuar con el nivel de vida que tenían hasta la fecha. La juez la rebajó a 500 euros mensuales para cada niña y 650 euros para ella durante el plazo de un año.