Wert pide ahora colaboración para poner en marcha la Lomce

Andrés Losada REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La ley Wert, aprobada en solitario por el PP
La ley Wert, aprobada en solitario por el PP Paco Campos / EFE

La vicepresidenta del Gobierno votó por error a favor de su reprobación

29 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo primero que hizo ayer José Ignacio Wert, tras dejar el Congreso donde se acababa de aprobar la Lomce, fue ir a su despacho y llamar uno por uno a todos los responsables autonómicos en materia educativa para que «colaboren en la tarea de poner en marcha esta ley». Después de meses de desencuentros y de fuerte oposición tanto en el ruedo político como en las calles, el ministro quiso «invitarles a participar en las competencias concurrentes y compartidas» para el desarrollo reglamentario de la Lomce, que comenzará a implantarse el curso 2014-2015.

Tal y como estaba previsto, solo los 182 diputados del PP votaron a favor de la séptima ley educativa de la democracia. El resto, 143 votos en contra y dos abstenciones de UPN. Una vez más, una ley de educación nace sin el consenso necesario para una de las áreas clave en cualquier país desarrollado. Los populares lo celebraron dedicándole un larga ovación a Wert.

Antes, el ministro tuvo que pasar por el mal trago de escuchar como doce portavoces de los partidos pedían su reprobación por una ley tildada de «retrógrada», «clasista» e «ideológica». La diputada de Amaiur lo hizo cantando y el representante del PSOE, Mario Bedera, intentó un imposible: «No nos avergüence más -dijo dirigiéndose al titular de Educación-. Dimita y llévese del brazo su ley para que todos pensemos que se trata de un mal sueño». La anécdota de la votación la protagonizó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que pulsó el botón a favor de reprobar al ministro, se supone que por error.

Si Wert se dio prisa en tender la mano a las autonomías, algunas de ellas tampoco esperaron para declararle la guerra. Los gobiernos de Cataluña y Canarias anunciaron que recurrirán la Lomce al Tribunal Constitucional. Irene Rigau, consejera de Enseñanza de la Generalitat, avanzó su insumisión a la nueva legislación. «Continuaremos defendiendo que el modelo de escuela catalana es garantía del dominio del catalán y el castellano al acabar la escolarización», expresó. Aseguró que es «imposible» cambiar los currículos para el próximo curso, puesto que la Generalitat no tiene margen para cambiar su normativa, y quiere garantizar que haya la máxima normalidad en las escuelas catalanas.

El ministro no parece inmutarse y ayer recurrió a una cita bíblica -«espero que no se malinterprete», dijo-, las palabras de la Eclesiaestés, para zanjar: «Hay un tiempo para destruir y un tiempo para construir».