La dieta 5:2: come cinco días, ayuna dos

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

También conocida como «dieta del ayuno intermitente» o «Fast Diet», el método del británico Michael Mosley, abanderado por cantantes y actrices, se ha convertido en el último grito para adelgazar

10 dic 2013 . Actualizado a las 15:07 h.

En el principio fue la Dieta Dukan y toda la polémica que rodeó el agresivo método de consumo masivo de proteínas para quedarse en los huesos. Ahora, ya cerrando el 2013, una nueva dieta milagro toma el relevo del sistema francés, convirtiéndose en el útimo grito para adelgazar. Se trata de la Dieta 5:2, también conocida como «dieta del ayuno intermitente» o «Fast Diet», y consiste básicamente en comer sin preocupaciones durante cinco días y ayunar posteriormente otros dos.

Abanderado por actrices como Jennifer Aniston y Gwyneth Paltrow o cantantes como Jennifer López, este nuevo régimen empezó a dar la vuelta al mundo a principio de año de la mano de su creador, el periodista especializado en salud Michael Mosley, y la periodista Mimi Spencer. Antes del verano, su libro ya estaba en lo más alto de las listas de ventas del Reino Unido y Estados Unidos.

Para reflejar las vitudes del método 5:2, Mosley probó personalmente la dieta y grabó el proceso en un documental que posteriormente emitió la BBC. En un mes, el periodista perdió 6,5 kilos y disminuyó su grasa corporal en un 25 %. «Perdí 8 kilos de grasa en tres meses y mis análisis en sangre volvieron a los valores normales», declaró Mosley a la agencia Reuters. Pero, ¿en qué consiste concretamente este régimen de ayuno intermitente?

Siguiendo las indicaciones de su impulsor, la Dieta 5:2 proclama zampar lo que se quiera durante cinco día seguidos para, a continuación, reducir drásticamente la ingesta de calorías, hasta casi rozar el ayuno, los dos siguientes. Los hombres no deberán comer durante estas dos jornadas más de 600 calorías, y las mujeres no deberán sobrepasar las 500, una cantidad mínima si se tiene en cuenta que los valores diarios recomendados -con ligeras variaciones según sexo y edad- rozan las 2.000 calorías. Comer 600 calorías al día supondría, básicamente, en un par de huevos en el desayuno, pollo asado y lechuga en la comida, por ejemplo, y arroz para cenar, bebiendo solamente agua, café solo o té.

«El problema con las dietas normales es que sientes que tienes que limitarte y eso significa que piensas en comer todo el rato, lo que se convierte en una derrota -indicó Mosley, para explicar el efecto psicológico en el que radica el éxito del este sistema-. Con este régimen, estás en dieta solo dos días a la semana». Sus defensores, a los que se suman algunos nutricionistas, sostienen que este método reduce los niveles de la hormona IGF-1, que en la edad adulta puede aumentar el riesgo de las divisiones celulares, como el cáncer. Los famosos que la han probado apuntan, además, que reduce el riesgo de padecer alzheimer y diabetes y que el ayuno aguza los sentidos y provoca que el cerebro aumente su producción del factor neurotrófico, lo que se traduce en un mejor estado de ánimo.

En contra se posiciona la comunidad médica, que se agarra a la escasa base científica del 5:2. Cuando este método vio la luz, el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) expresó sus dudas sobre la dieta y sobre sus efectos a largo plazo, alertando de que puede producir hipoglucemia, problemas digestivos y estreñimiento si no se aumenta considerablemente el consumo de agua.