Barbie se pone flamenca en Jerez

Isabel Laguna EFE

SOCIEDAD

Román Ríos

Una muñeca recuerda a la duquesa de Alba y otra a Isabel Pantoja

06 feb 2014 . Actualizado a las 19:38 h.

A Jerez de la Frontera (Cádiz) han llegado hoy más de cuatrocientas «barbies» dispuestas a demostrar sin complejos que ellas son flamencas como la que más y que saben lucir batas de cola y faralaes y disfrutar de los toros, las ferias, las romerías y hasta de las bodegas.

Acompañadas de «kens» e incluso de «Action Men», también vestidos de corto, de caballistas o toreros, las «barbies» han llegado a la ciudad gaditana para no perderse la Pasarela Flamenca de Jerez 2014, que hoy se inaugura y que durante tres días ofrece desfiles y muestras de todo lo relacionado con esta moda.

A este marco ha viajado el minucioso trabajo del malagueño Alberto Martín, un peluquero que desde hace diez años se dedica a tunear «barbies» con todo tipo de materiales reciclados, para transformarlas y recrear distintos mundos.

En una exposición titulada «Barbie desfila en Jerez», ha hecho que la popular muñeca sirva de vehículo para recrear no sólo una variada y amplia colección de moda flamenca, sino escenarios tan andaluces como los patios de Córdoba, el camino al Rocío de la hermandad de Jerez, la plaza de toros, la Feria de Jerez, sus bodegas o una buena juerga flamenca en las cuevas de Granada.

Con algún invitado ilustre sumado, como una muñeca que recuerda a la duquesa de Alba, la exposición es también un homenaje a la histórica diseñadora de moda flamenca Lina, en cuyos trajes se ha inspirado Alberto Martín para vestir a un centenar de las «barbies».

«Ella es mi inspiración, ha pasado por todas las décadas, desde los sesenta hasta ahora, y siempre ha sido fiel a la elegancia del flamenco», dice el autor de la muestra.

Lo suyo es «alta impostura», según bromea este peluquero, que vive en Torremolinos y que se dedica a recoger muñecas abandonadas, trozos de tela desechados y todo tipo de materiales para transformar a las «barbies», a las que además hace pasar «por el quirófano» para ponerles a veces más caderas, a veces más pecho, e incluso hacerlas «más gorditas».

«Es muy metamorfósica: lo mismo la transformas en una mujer del siglo XIX que en una más de El Rocío», cuenta Martín, que ya ha organizado otras exposiciones similares sobre el mundo de la alta costura, el circo, los belenes o la familia Loring, que en el siglo XIX impulsó la creación del Jardín Botánico de Málaga.

«Yo les doy una segunda vida», señala este creador, el cual empezó a tener esta afición cuando quiso ayudar a una amiga profesora y para ella hacía con muñecas personajes que luego protagonizaban cuentos en las clases.

Así se dio cuenta de que este trabajo podía servir para acercar a los más pequeños a otras mundos y culturas, como en este caso a la andaluza.

No saber coser le ha llevado a ser un maestro con el pegamento y otros utensilios para transformar a esta muñeca, para la que ya tiene otros grandes planes.

De momento, las que componen esta exposición se quedarán en la Sala del Arte de las Bodegas González Byass hasta el 8 de marzo, coincidiendo con la clausura del XVIII Festival de Jerez.

Después, como ha pasado con sus antecesoras, Alberto Martín las donará al Rastrillo Nuevo Futuro para recaudar fondos para menores desfavorecidos y empezará a coleccionar nuevos ejemplares para llevar a la «barbie» a nuevos mundos.