Tendencia en el siglo XIX, el diario «The New York Times» apuesta por su regreso de la mano de los «hipster»
10 mar 2014 . Actualizado a las 18:13 h.El monóculo está de regreso. O esto es lo que asegura el periódico estadounidense The New York Times.
Este tipo de lente para un solo ojo que consiste en una luneta circular con aumento tuvo su apogeo a finales del siglo XIX. El uso del monóculo estuvo asociado a hombres ricos de clase alta, aunque se dejaron de lado por los avances que se produjeron a lo largo del siglo siguiente en optometria y, en parte, por los estereotipos a los que estaba ligado. En Estados Unidos, se recuperó para dar personalidad a la mascota de una marca de cacahuetes.
Bajo el título «One part Mr. Peanut (en referencia a la mascota de los cacahuetes), one part Hipster Chic», el periodista Allen Salkin hace su apología del regreso al monóculo en base a lo que ha visto en «los enclaves de moda como los cafés de Berlín y los restaurantes de Manhattan». Para el reportero del The New York Times, el mismo medio que criticó los horarios españoles, el regreso del monóculo va a ser igual que la vuelta de las camisas de cuadros: de mano de los hipsters.
Asimismo, la moda del monóculo también la asocian con referentes de estilo como un rapero, José Vega. Pero no se queda aquí y con un fabricante de gafas, Warby Parker; y un especialista en tendencias, Martín Raymond; asevera que es el regreso de los «nuevos caballeros» puesto que las ventas en los últimos cinco años se ha duplicado.
«Es una subespecie incorformista que han estado agregado monóculos a su media y trajes de tweed», le explicó Raymond al periodista asegurándole además que el uso del monóculo se ha extendido también hasta Dublín. Una moda que, según el historiador Toby Miller, siempre ha acompañado a gente muy diferente entre si, sin grandes cosas en común, desde un lord británico hasta las lesbianas de los años 20 de Londres o Nueva York.
Una de las tiendas en las que se pueden adquirir los nuevos completos de moda por 40 o 50 dolares, Nearsights, ha detectado, según The New York Times, que sus clientes de monóculos son hombres entre sus 40 y 50 años. «Estos usuarios no pueden soportar la idea de ensuciar sus narices con los estandartes de las gafas de mediana edad», afirma el reportaje.
Polémica «made in monóculo»
El artículo de Allen Salkin sobre el monóculo del pasado miércoles 6 no ha tardado en levantar polémica en el universo tuitero y, en general, en las redes sociales. Incluso algunos medios estadounidenses se han sumado a ella criticando o apoyando la afirmación del regreso de esta moda.
La gran mayoría tildan de anecdóticos los testimonios que emplea para la afirmación de la consolidación de esta nueva tendencia. Desde The Washigton Post se preguntaban donde estaban todos esos que han decidido usar monóculos.
Artículos a favor y en contra, encuestas o recogida de testimonios han sido las herramientas empleadas para alabar, con tono irónico o no, la supuesta nueva tendencia en Estados Unidos. La pregunta inevitable ahora es, ¿llegará la moda del monóculo, de existir, hasta este lado del Atlántico?