Algunos de estos productos pueden contener trazas de lactosa, una proteína que puede ser mortal para los verdaderos alérgicos
08 may 2014 . Actualizado a las 16:03 h.La causa de la muerte del menor de seis años en una granja escuela de Madrid, conocido como «choque anafiláctico», es una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que puede ser provocada por varios factores, tales como picaduras de insectos, medicamentos o incluso alimentos tales como la leche o los frutos secos.
Asociaciones de alérgicos vienen demandando desde hace un tiempo una mejora de la información que se incluye en el etiquetado de los alimentos, con el único objetivo de poder evitar sucesos como el de este niño en Madrid.
Y es que según los expertos una persona intolerante no corre grave peligro: «simplemente le sienta mal pero no se muere», una situación muy distinta a la de los verdaderos alérgicos que aunque el producto contenga simplemente trazas de aquellos elementos a los que su cuerpo presenta reacciones, un mínimo contacto puede ser letal.
Fuentes consultadas por La Voz, aseguran que los únicos yogures de soja que no contienen, de forma comprobada, ninguna traza de lactosa son aquellos que se adquieren en herbolarios y los de la marca especializada de El Corte Inglés. «El resto sí que pueden contener alguna traza, que por pequeña que sea a los verdaderos alérgicos les puede causar problemas muy graves».
La desinformación del etiquetado también ha levantado ampollas en un sinfín de páginas web especializadas. En estos portales los usuarios denuncian la existencia de algunas marcas cuyos productos resultan realmente dañinos para sus intolerancias y alergias. Y es que según ellos, algunos fabricantes de yogures y leches que prometen alimentos cuya base es simplemente la soja, pueden llegar a contener trazas de lactosa.
Otra de las cuestiones sobre la que ponen especial atención es la de diferenciar entre yogures de soja y yogures con sabor a soja, dos productos con diferencias abismales y que pueden provocar reacciones muy diferentes en el cuerpo de los verdaderos alérgicos.