Fernando Pérez González: «Es más fácil traer a España a un futbolista para un equipo de Segunda que a un científico»

Catedrático de Teoría de la Señal y las Comunicaciones en la Universidade de Vigo, autor de 17 patentes internacionales, de más de 200 artículos de investigación y director del Centro Tecnolóxico das Telecomunicións de Galicia (Gradiant), Fernando Pérez González se convirtió el jueves en el primer ingeniero de telecomunicación en ingresar en la Real Academia Galega de Ciencias. En su caso ejemplifica la calidad de la investigación y cómo esta puede revertir en la sociedad. Un ejemplo es Gradiant, la institución que dirige desde su creación hace seis años, tiempo en el que ha obtenido más de cien proyectos competitivos a nivel nacional e internacional y en los que ha ingresado unos 18 millones de euros.

-¿Con su nombramiento la academia se abre a las ingenierías?

-Pienso que la idea es abrirse a las ingenierías y a las nuevas tecnologías, en las que la academia no tenía presencia. Creo que también ha sido un guiño a la labor realizada por la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de Vigo y a la de Gradiant.

-¿No es también una forma de conciliar ciencia y tecnología?

-Ciencia y tecnología son y deben ser complementarias. Los ingenieros también aplicamos el método científico cuando investigamos. Y los tecnólogos necesitamos de los avances científicos. Por ejemplo, si no hubieran existido avances de la física de estado sólido no tendríamos los circuitos integrados que tenemos y, sin ellos, no habría los ordenadores que conocemos. Los científicos también necesitan cada vez más a los ingenieros porque requieren de la tecnología para desarrollar sus experimentos más complejos, como ocurre en el caso del CERN.

-Usted siempre ha defendido la necesidad de que los jóvenes se formen en el extranjero. ¿Es tan importante salir fuera?

-Yo a todos mis estudiantes de doctorado los envío a hacer estancias en el extranjero. No solo para formarse, sino porque también es importante que conozcan otras formas de pensar.

-Pero luego este talento se pierde si no se le da la oportunidad de retornar a España o Galicia.

-Sí es verdad que hay que posibilitar el retorno de nuestra gente que se ha ido, porque no podemos estar perdiendo dinero en formar a gente muy buena que luego enviamos al extranjero y que no podemos recuperar. Pero esto es una cosa y otra es que se bloquee la entrada de científicos extranjeros, que se han formado en otros lugares. La endogamia es un cáncer para el sistema También necesitamos incorporar a gente que venga con otra forma de pensar, que nos aporte conceptos nuevos, porque sino es muy difícil ser competitivos.

-¿España ha dejado de ser atractiva para los investigadores?

-España ha perdido lo más importante, que es la credibilidad. Ahora los investigadores de todo el mundo saben que las condiciones para que España les garantice un futuro son malas. Perdió la credibilidad exterior que en su momento llegó a tener y ya no se la considera un lugar atractivo para investigar, y eso es algo terrible.

-¿El I+D ha dejado de ser una prioridad?

-Si de verdad nos creemos que queremos ser una potencia en I+D tenemos que poner recursos para traer a gente buena y solvente, y eso es lo que falla. En términos de papeleo y burocracia es mucho más fácil traer a un futbolista extranjero a un equipo de Segunda B que a un investigador a nuestro sistema de I+D. Y esto dice bastante de cuáles son nuestras prioridades como país.

-Usted también ha apostado siempre porque la investigación revierta en la sociedad.

-Es importante que la sociedad perciba que los impuestos que paga acaban redundando en ellos de alguna forma. Pero no todo tiene que estar enfocado a una aplicación, porque muchos de los avances científicos más espectaculares que ha habido en la historia no iban buscando algo en particular, sino simplemente aumentar el conocimiento. La investigación básica es algo que nunca deberíamos cercenar.

-Pero un ejemplo de transferencia a la sociedad es Gradiant, el centro que dirige.

-Sí, un buen ejemplo es el sistema de reconocimiento biométrico que desarrollamos. Nació de un grupo de la universidad que a su vez formó a gente que se incorporó a Gradiant y aquí desarrollamos un producto que se transfirió a una empresa y que ahora se utiliza en un importante banco de Estados Unidos como un sistema de identificación para que los clientes puedan acceder a sus cuentas. La propiedad intelectual es nuestra, y ese es nuestro mejor activo. Nuestra intención es acercar la innovación a las necesidades del mercado.

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