La ONU pide más firmeza contra la trata de personas, la «esclavitud del siglo XXI»

Luis Lidón, Jordi Kuhs EFE

SOCIEDAD

El director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yuri Fedotov.
El director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yuri Fedotov. Jordi Kuhs

En Asia y África es más común la explotación laboral, mientras que en Europa y en las Américas es más frecuente la sexual

29 jul 2014 . Actualizado a las 18:51 h.

Un crimen que combina miles de millones de dólares en beneficios y escaso riesgo para los autores. Esta mezcla hace que la trata de personas sea tan atractiva para el crimen organizado, por lo que la ONU pide ahora más firmeza para acabar con lo que califica como la «esclavitud del siglo XXI».

«El problema de este negocio criminal es que es realmente global», explica el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Yuri Fedotov, con motivo del primer Día Mundial contra la trata de personas, que se conmemora mañana miércoles.

«Esto significa que nadie es inmune, es un fenómeno global. Y los beneficios criminales llegan a los 32.000 millones de dólares anuales. Además, no hay grandes riesgos para los criminales», dice en una entrevista con Efe en Viena.

Fedotov lamenta no poder aportar cifras concretas sobre las víctimas de este flagelo, aunque asegura que ascienden a «millones de hombres, mujeres y niños».

La trata de personas consiste en reclutar, transportar y retener a una persona mediante el uso de la fuerza, la coerción o el engaño con el fin de explotarla, no sólo con fines laborales o sexuales, sino también para mendigar o incluso para el tráfico de órganos.

Según la ONUDD, existen diferencias regionales sobre el tipo de abusos que padecen las víctimas, así, en Asia y África los casos detectados son en su mayoría de explotación laboral, mientras que en Europa y en las Américas es más frecuente la explotación sexual.

Para subrayar el carácter transnacional de este delito, Fedotov recuerda que en 2012 se detectaron víctimas de 136 nacionalidades en 118 países de destino.

La mayoría de estas víctimas son mujeres, alrededor del 60 por ciento, y si a esa cifra se suman las niñas, la cifra de víctimas femeninas totales asciende a alrededor del 75 por ciento, recuerda el diplomático ruso.

«Estamos preocupados de que haya una creciente proporción de niños entre las víctimas», destaca, ya que suponen en total el 27 por ciento de los casos detectados.

Otro problema de este crimen es la impunidad que encuentran los autores debido a su complejidad transnacional, unido a lagunas legislativas o a la existencia de funcionarios que carecen de preparación para perseguirlos.

«Estamos preocupados, especialmente, de que la tasa de condenas es muy, muy baja en muchos países», dice Fedotov.

En cerca del 40 por ciento de los Estados se registra ninguna o menos de diez condenas por año por delitos de tráfico de personas.

«Hay impunidad, y escasos riesgos para los beneficios criminales», reconoce el jefe de la ONUDD.

En todo caso, se muestra esperanzado de que «con mayores esfuerzos, más fondos y más concienciación se pueda vencer esta crisis en el futuro próximo, aunque no inmediatamente».

Precisamente para mejorar la lucha contra este crimen y aumentar el conocimiento entre la ciudadanía, la Asamblea General de la ONU ha decidido dedicarle un Día Mundial, destaca Fedotov.

«A las víctimas no se las llevan a otro planeta, están viviendo en nuestro vecindario», dice, y recuerda la necesidad de generar más conocimiento de este «horrible crimen» que supone una «clara violación de los derechos humanos».

Recuerda también que en muchos casos los tratantes de personas utilizan las misma rutas que las del narcotráfico, e incluso en muchas ocasiones son los mismo carteles quienes cometen ese delito.

Sobre la situación de decenas de miles de inmigrantes menores de edad centroamericanos en EE.UU., país al que viajaron solos, recuerda que hay que proteger sus derechos, y perseguir «a los reales criminales» que están detrás.

«Las víctimas de trata de personas y las de tráfico ilegal de inmigrantes no son criminales sino víctimas, -recuerda- y hay que tratarlas como víctimas, protegiendo completamente sus derechos».

Dentro del terreno de la prevención, el funcionario internacional se muestra muy satisfecho de la cooperación del Comité Olímpico Internacional en campañas contra la trata, y confía en llegar a un acuerdo parecido con la FIFA, el organismo rector del fútbol.

En ese sentido, Fedotov se muestra orgulloso del apoyo de numerosas personalidades y elogia especialmente el compromiso del delantero internacional colombiano Radamel Falcao.