
El satélite de la Tierra tiene una forma ligeramente alargada, como un limón
31 jul 2014 . Actualizado a las 19:35 h.Llena, en cuarto creciente o menguante, la luna, por conocida que nos resulte ya que es nuestra compañera fiel todas las noches, tiene sus misterios. Un equipo de investigadores explica en el último número de la revista Nature cual es su forma, que no es la de una esfera perfecta.
El satélite natural de la Tierra no es exactamente esférico, sino ligeramente achatado. La luna presenta una ligera hinchazón en su cara visible desde la Tierra, y otra en la cara oculta. El equipo de Ian Garrick-Bethell, de la Universidad de California, asegura que esta forma particular se debe a los «efectos de marea», las fuerzas gravitacionales ejercidas por el planeta durante la infancia de la luna, hace 4.400 millones de años.
El Sistema Solar se formó hace unos 4.500 millones de años, y conforme al modelo que actualmente es admitido, el satélite habría nacido por una colisión masiva padecida por la Tierra, que se acababa de nacer. Según los investigadores, las primeras fuerzas de marea ejercidas por la Tierra, que entonces estaba mucho más próxima a la luna, la calentaron de forma desigual la corteza del satélite cuando aún era un océano de rocas en fusión. Este fenómeno dio a la luna su forma actual, ligeramente alargada, como un limón. Más tarde, mientras se enfriaba, las fuerzas de las mareas deformaron el exterior y fijaron permanentemente sus irregularidades.
La luna se sitúa a una distancia media de la Tierra de 384.000 km y se aleja de ella unos 3,8 cm por año. Su circunferencia en el ecuador es de 10.920 km, es decir 3,7 veces inferior a la de la Tierra (40.000 km).