La nueva moda es comer como en la edad de la piedra. La paleodieta está en boca (y en los estómagos) de todos. Pero no es la única. Te ofrecemos 4 opciones originales para estar en forma este verano.
03 ago 2014 . Actualizado a las 13:45 h.Se llama «paleodieta» y es la dieta de moda de este verano. No, no leíste mal, «paleo» como en el paleolítico, en la prehistoria, como los hombres de las cavernas. Aquí el desafío es volver atrás en el tiempo como mínimo unos 10.000 años y preguntarse: ¿Qué comían los paleolíticos? La respuesta a esa pregunta será tu guion. La propuesta es imitar a nuestros antepasados: comer los alimentos en su estado más natural posible, sin procesamiento alguno. Es decir, nada de congelados, enlatados ni alimentos listos para consumir. Tampoco nada de «refinados» ni harinas ni pastas, azúcar o dulces. Hay que decir adiós al yogur o a los quesos (¿en el paleolítico había quesos? No. Pues ya está, no hay duda). La dieta consiste en una alimentación rica en carnes, frutas y verduras frescas, así como frutos secos y semillas. Hollywood se ha sumado a esta moda de la edad de la piedra. Megan Fox, Matthew McConaughey, Jessica Biel o Uma Thurman son algunos de sus fans.
La dieta hipster
Pero si no te gustan las modas, eres un hipster y eso es una prioridad en tu vida, no te preocupes, no todo está perdido. No te hace falta andar por ahí hablando de tu lucha contra los carbohidratos y ni siquiera negarte a entrar en un McDonald´s. Todo es una cuestión de elegir bien. Martin Cizmar perdió 45 kilos en 8 meses. ¿Su secreto? Contar calorías. La clave es gastar más de lo que consumimos. Pero, claro, había un pequeño problema. Un hipster no va al gimnasio, no come cosas que tengan nombres como «bayas de goji o semillas de chia», no compra en una ecotienda y no menciona nunca, pero nunca, la palabra dieta. Así que tuvo que buscarse la vida y con todo lo que aprendió escribió el libro: Dieta chubster, como perder peso sin dejar de ser cool. Si ese es tu caso, ahí van algunos consejos:
Si vas a un concierto, no te sientes, verlo de pie es mucho más molón (y adelgaza); come chicles (con ese movimiento estás gastando calorías) y no te olvides que los besos o el sexo también cuentan como ejercicio. No cojas el ascensor (sube por las escaleras) o si estás, por ejemplo, sentado en el metro, aprovecha para moverte: mueve los pies, da palmaditas en la pierna o asiente con la cabeza mientras escuchas música ( movimiento = perder peso).
La dieta gay
Algunos dirán que es un perjuicio y un tópico y otros, que es 100% verdad: «Los gais son más guapos y tienen mejor cuerpo que los heterosexuales?. Y es a partir de esta afirmación que surge «La dieta de los hombres gais». Simon Donan se propuso revelar algunos secretos de la dieta gay para que los hetero pueda seguir el ejemplo. Para hacerlo divide la comida entre «gay» y «macho». Traducción: un chuletón con patatas fritas es una comida de machos, mientras que una ensalada de brotes tiernos con granada, calabaza glaseada, tomatitos cherry y aliño de mostaza y Wasabi, es claramente, gay.
Explica que para estar delgado solo hay que mezclar adecuadamente los dos tipos de comidas. Propone para desayunar, arándanos (gay) con cereales de fibra (hetero); para comer, ensaladas de croutons, guisantes, rúcula (gay) con dados de pollo, tacos de feta, aceitunas (hetero). Para cenar, alternar por días lo gay (salmón con verduras en juliana) con lo súperhetero (pollo asado con arroz y brócoli).
La no dieta
Si nada de esto te vale, te damos tu última opción. La NO dieta. Solo te hace falta un poco de sentidiño. Deja las grasas, el pan, la pasta, el arroz, los fritos e intenta hacer algún ejercicio físico que te guste. Ya está. Sin manuales, ni gurús, ni preocupaciones. La NO dieta es una dieta para los que no les gustan las complicaciones de estar a dieta.