Un fallo en el cohete ruso provocó la pérdida de los dos satélites europeos

redacción / la voz

SOCIEDAD

El lanzamiento del cohete «Soyuz» con los dos satélites europeos Galileo fue a finales de agosto.
El lanzamiento del cohete «Soyuz» con los dos satélites europeos Galileo fue a finales de agosto. afp< / span>

La congelación del combustible impidió que alcanzaran la órbita correcta

09 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La Agencia Espacial Europea ya ha encontrado un culpable. El fallo que dejó fuera de la órbita prevista a los dos primeros satélites operativos de la constelación Galileo, con lo que en principio quedan inutilizados para su función, no fue ni un error en la fabricación de los ingenios ni en los cálculos de los ingenieros europeos. La responsabilidad en el fiasco que dejó en entredicho la fiabilidad de la Agencia Espacial Europea fue del cohete ruso Soyuz encargado del lanzamiento de los satélites.

Esto al menos es lo que ha dictaminado la comisión de expertos independientes que se ha pasado el último mes estudiando la causa del fallo. En concreto fue un error en la concepción del Soyuz lo que provocó la congelación del combustible en la cuarta fase de lanzamiento del cohete, que fue a su vez lo que provocó que los dos satélites del sistema de navegación europeo Galileo, la alternativa al GPS norteamericano, fueran colocados en una órbita errónea a finales de agosto.

Detectado el error, Arianespace señaló en un comunicado que la anomalía ha sido rápidamente subsanada por el fabricante ruso NPO Lavotchkin, lo que permite plantearse disponer de la lanzadera Soyuz desde la base de la Guayana francesa para una próxima misión en diciembre próximo.

«Además de las acciones correctivas, suficientes para retomar los vuelos, el fabricante aportará a Arianespace todas las informaciones útiles sobre la robustez del diseño» de la lanzadera, que había tenido 45 misiones exitosas antes del fallo de agosto pasado, agrega.

Será la Comisión Europea la que determine si quiere que en la próxima misión de Soyuz se embarquen dos nuevos satélites de la constelación Galileo o si, en su lugar, el consorcio opta por otros satélites de telecomunicaciones.

Fue en la cuarta fase de la operación, denominada Fregat, 35 minutos después del despegue, cuando se produjo el problema, según indicó la comisión, que señaló que hubo un «fallo en el funcionamiento de dos tuberías de combustible del sistema de control de altitud» del cuarto piso de la lanzadera.

Esas tuberías, que debían alimentar de combustible al artefacto, estaban situadas junto a otras de helio frío, lo que provocó la congelación del mismo y su consiguiente error.

Ambigüedad

La comisión determinó que el fallo se produjo por una «ambigüedad en la documentación de la concepción» del vehículo Fregat, destinado a dirigir la última fase de puesta en órbita de los satélites y, por tanto, su emplazamiento definitivo. Los dos satélites fueron situados en una órbita elíptica a 19.000 kilómetros en su punto más alejado de la Tierra en lugar de la órbita circular a 23.000 kilómetros prevista.

Ante este problema, la Agencia Espacial Europea (ESA) trabaja para situarlos en la buena órbita a través del combustible que llevan los satélites, aunque esa eventualidad reducirá su vida útil. El problema no cuestiona el sistema de navegación vía satélite Galileo, que cuenta con 30 satélites, algunos de ellos de reserva. El ambicioso programa, que costará unos 13.000 millones de euros, tendrá una incidencia económica de 90.000 millones en 20 años, según los cálculos del Ejecutivo comunitario.