Estas poderosas explosiones de radiación son capaces de perturbar la capa por donde viajan las señales GPS y de comunicaciones
05 nov 2014 . Actualizado a las 22:12 h.Desde hace días la atmósfera y el espacio proporcionan abundantes noticias. Y no solo por los siniestros de cohetes y naves espaciales, que también. El 28 de octubre, la misma jornada en que el «Antares» explotó durante su lanzamiento hacia la Estación Espacial Internacional, la NASA observaba más llamaradas desde una enorme mancha solar, de nivel medio, que había entrado en erupción el pasado 19 de octubre. Otras dos llamaradas solares habían sido detectadas los días 26 y 27 desde el Observatorio de Dinámica Solar en Goddard. Según los científicos, estas poderosas explosiones de radiación no pueden atravesar la atmósfera de la Tierra y afectar físicamente a los humanos, pero sí son capaces de perturbar la capa por donde viajan las señales GPS y de comunicaciones. Así que el Centro de Predicción de Clima Espacial del Gobierno de Estados Unidos facilita alertas y pronósticos acerca del tiempo espacial para proteger la tecnología y a los astronautas.
Al parecer, esta serie de llamaradas, todo un espectáculo para quienes miran a través de los telescopios espaciales es la mayor en 24 años y ocurre en este momento, al producirse un un pico de actividad del astro que ocurre aproximadamente cada once años. Lo que está sucediendo en la región AR 12192 del Sol incluso se pudo ver sin telescopio el pasado día 23 pues, con unas gafas de sol y aprovechando el eclipse parcial de ese día, era posible apreciar el fenómeno. En los últimos días ha habido seis llamaradas clase X, las más extremas. El lunes sobre las ocho de la tarde, el que reproduce la fotografía adjunta de la NASA, captaron una M 6.5. Para dar idea, una M posee la décima parte de intensidad que una llamarada X.
Más allá de los 3.360 rayos que descargaron el martes electricidad sobre Galicia, las tormentas solares también son estos días intensas.