Su hijo Fernando asegura que volverá al palacio de Dueñas «lo antes posible»
18 nov 2014 . Actualizado a las 15:00 h.La duquesa de Alba, ingresada desde el pasado domingo en el hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla con insuficiencia respiratoria, será trasladada pronto a su domicilio, según ha avanzado su hijo Fernando al abandonar el centro sanitario tras visitar a la aristócrata esta mañana.
Preguntado por el estado de salud de su madre, que según el último parte médico se mantiene «estable» y con pronóstico «reservado», Fernando Martínez de Irujo ha afirmado que la duquesa «se ha estabilizado un poquito» en las últimas horas y que «las noches a veces se pasan mejores y otras peores».
El hijo de Cayetana de Alba ha avanzado que su madre «será trasladada pronto» a su domicilio, el palacio de Dueñas, un traslado que se producirá «lo antes posible», en palabras de su hijo.
Visitas familiares
Minutos después también ha abandonado el centro la pequeña de los seis vástagos de la duquesa, Eugenia, que ha permanecido casi tres horas en el interior del centro, adonde llegó acompañada por el esposo de Cayetana, Alfonso Díez, y el mayor de sus hermanos, Carlos, duque de Huéscar.
Con rostro cariacontecido y dejando entrever su preocupación, la duquesa de Montoro se ha limitado a decir que su madre se encuentra «regular» y que los hermanos todavía no saben cuándo se puede producir el traslado a su residencia, ubicada en el centro de Sevilla.
Tanto Alfonso Díez como los hijos de la duquesa que han acudido hoy a visitarla -todos, excepto Alfonso y Jacobo- han abandonado el centro este mediodía y no se descarta que regresen al hospital durante la tarde.
A primera hora de esta mañana, los doctores que atienden a la duquesa hacían público un parte médico en el que se afirmaba que se encuentra estable hemodinámicamente y con respiración espontánea, aunque se mantiene la situación de insuficiencia respiratoria, debida a su infección pulmonar, y su pronóstico es reservado.
«No se puede decir que su vida no corra peligro», ha afirmado el doctor Juan Antonio Márquez Vácaro, que ha argumentado que «lo que marca el pronóstico es la edad que tiene», 88 años.