Cayetana Fitz-James Stuart fue trasladada ayer por deseo de la familia desde el hospital donde estaba ingresada al palacio de Dueñas, en Sevilla, donde permanece acompañada de su marido y de sus seis hijos. También se encuentra allí un sacerdote
20 nov 2014 . Actualizado a las 01:38 h.La familia y amigos se han congregado hoy en torno a la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, en el Palacio de Dueñas, su residencia sevillana, donde la preocupación por el estado de la aristócrata es latente, después de que ayer fuera trasladada desde la Clínica Quirón Sagrado Corazón.
En el Palacio de Dueñas se encuentran todos sus hijos, Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia, y su marido, Alfonso Díez, mientras que también han acudido a la residencia a lo largo del día sus nietos Cayetana y Jacobo.
A través de la verja de la puerta principal se ha podido ver a sus hijos, algunos pasando de una estancia a otra y otros, como Cayetano, Jacobo o su esposa Inka Martí, paseando por los jardines.
Alrededor de las 18.30 horas ha llegado también un grupo de amigos, entre los que se encontraban el torero Curro Romero y su esposa, Carmen Tello, y el periodista Antonio Burgos.
Carmen Tello, que es una de las mejores amigas de la duquesa, ha sido la única que en las puertas del palacio ha dicho unas palabras: «Estamos muy tristes y muy preocupados, porque está muy mal. Hoy no la he visto, pero la vi ayer. La queremos mucho y Sevilla la quiere mucho, porque ella es una mujer que se ha hecho querer».
Los visitantes, entre los que también se encuentra Mercedes Vázquez, hija de Pepe Luis Vázquez (que fue un gran amigo de la duquesa), han evitado hacer declaraciones a la salida, y todos han guardado silencio ante los periodistas que aguardan a las puertas.
El confesor y amigo de la duquesa de Alba, el sacerdote sevillano Ignacio Sánchez-Dalp, que ejerce como capellán de la Casa de Alba en Sevilla, también ha estado durante unas cinco horas en el palacio.
Asimismo, han acudido al lugar algún representante del mundo cofrade de la capital andaluza, ya que la duquesa, de 88 años, está muy vinculada a la Cofradía de Los Gitanos, a la que tiene una gran devoción e incluso la Casa de Alba ha financiado por completo su nueva sede, una iglesia de planta nueva.
Trasladada anoche desde hospital Quirón al palacio de Dueñas
La duquesa de Alba fue trasladada anoche a su domicilio en el palacio de Dueñas, de Sevilla, desde el hospital Quirón Sagrado Corazón, donde estaba ingresada desde la noche del pasado domingo.
Según ha informado el hospital, el traslado de la duquesa de Alba se produjo poco antes de las diez de la noche «por expreso deseo de la paciente y de sus familiares» para continuar en su casa el tratamiento. En un comunicado, el centro hospitalario indica que «el soporte en domicilio será dado por el equipo de profesionales que la ha atendido durante su permanencia en el hospital, así como por el equipo de médicos y de enfermería que venían atendiéndola hasta su ingreso». La duquesa ha sido trasladada en una uvi móvil acompañada de un médico.
Preocupación de los hijos
Anoche su hijo Fernando Martínez de Irujo señaló que su madre según el último parte médico se mantiene «estable» y con pronóstico «reservado». Eugenia, hija pequeña de la duquesa, permaneció casi tres horas en el interior del centro hospitalario, adonde llegó acompañada por el esposo de Cayetana, Alfonso Díez, y el mayor de sus hermanos, Carlos, duque de Huéscar. La duquesa de Montoro dejó entrever su preocupación en el rostro. Eugenia se limitó a manifestar que el estado de salud de madre era «regular».
El último parte médico, emitido ayer por la mañana, señalaba que la duquesa de Alba permanecía estable hemodinámicamente y con respiración espontánea, aunque se mantenía la situación de insuficiencia respiratoria debida a su infección pulmonar y su pronóstico es reservado. «No se puede decir que su vida no corra peligro», aseguraron, aunque reconocieron los servicios médicos que «lo que marca el pronóstico es la edad que tiene», 88 años.