Solo unos pocos locales incluyen los alérgenos de cada plato en sus cartas
14 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.No conocen muy bien cómo deberán aplicar la norma europea que entró ayer en vigor y a qué obliga, entre otras cosas, a especificar los alérgenos que contienen sus menús porque dicen que la Administración no les ha informado. «Só chaman para cursos, pero para informar sobre isto, nada», se queja Jesús Varela, del restaurante Mar de Ardora, en Cabana. «No sé de qué va el tema y por ahora no preparé nada», dice también el responsable de un negocio del centro de Lugo.
La falta de información es la razón, además de que España todavía no ha aprobado el real decreto donde regulará cómo hacerlo, que alegan otros muchos establecimientos gallegos para aparcar, al menos hasta después de Navidades, la directiva. Ese desconcierto no es exclusivo de Galicia. Afecta a toda Europa.
Frente a los que han optado por aparcar la norma, hay locales, como la cafetería Egomundi, en Lugo, donde ayer ya incluían esa información en sus cartas. O el restaurante O Centolo de Fisterra, que la llevará a la práctica cuando reabran a finales de febrero. No obstante, apunta el responsable de este último, Juan José Rey, ya prestan dicha información: «Cando falamos cos clientes xa lles dicimos os ingredientes, nunca houbo problemas».
Pero más allá de que la apliquen o no, las opiniones sobre la norma son muy dispares. El portavoz de la Asociación de Empresarios y Hostelería de Ferrol, Julio Martínez, la ve con buenos ojos porque «cada vez hay más personas alérgicas y hay que tener en consideración a todo el mundo. El público contará con mayor información y eso siempre es positivo». Pero algunos restaurantes de la comarca de Ferrolterra opinan que es una norma hecha «desde fuera», inviable y pensada para una minoría. Dicen también que algunos contaban ya con menús especiales para alérgicos y celíacos. Además están los que piensan que deben de ser los propios alérgicos los que les adviertan.
Donde hay un descontento absoluto es en el sector hostelero pontevedrés. Les parece que es un gasto innecesario porque les obliga a rehacer toda la carta. «Era mellor como ata agora, e que o que ten unha alerxia pregunte», dicen. De hecho, el responsable de una tapería de Boiro indica que, normalmente, los alérgicos ya saben qué pueden comer y qué no.
Otros locales de la comarca de Barbanza optan por poner pegatinas en las cartas señalando los alérgenos. También procurarán que todo el personal esté informado en caso de que algún cliente quiera hacer una consulta sobre algún plato en concreto. En Ribeira, un hostelero explicaba que se trata de una norma muy difícil de aplicar porque, como en su caso, hay restaurantes donde el menú cambia cada día. Para esos casos proponen establecer un listado general con todos los productos e ingredientes que utilizan. A esto hay que añadir que la directiva europea también afecta al etiquetado de los productos, que deben llegar a los bares y restaurantes convenientemente identificados.
Lo que está claro, como dice Pedro Roca, del restaurante del mismo nombre en Santiago de Compostela, es que «de momento todo es confuso y no nos ha llegado ninguna comunicación oficial de la Xunta ni de otra institución». Con todo, añade una idea que comparten otros hosteleros: «No creo que entrañe mucha dificultad, y acabará siendo una rutina, igual que explicas los ingredientes del plato se pondrá esa información».