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El pequeño de siete años Carter Gentle no pudo evitar echarse a llorar tras su última operación a corazón abierto al ver su cuerpo lleno de cicatrices
14 abr 2015 . Actualizado a las 17:07 h.Carter Gentle solo tiene siete años. A pesar de su corta edad, ya ha pasado por cinco operaciones a corazón abierto debido a una enfermedad cardíaca congénita. El pequeño, que vive en Farmington, Maine (Estados Unidos), ya está acostumbrado a las cicatrices. Sin embargo, tras la última cirugía, en la que los médicos le arreglaron el marcapasos que lleva desde que nació, se derrumbó al ver la nueva marca que decoraba su cuerpo.
#CHDAWARENESS We were a little apprehensive to post this but I feel it's important. Carter took his bandages off this...
Posted by Mark Gentle on Sábado, 11 de abril de 2015
«Estábamos un poco preocupados por publicar esto, pero creo que es importante. Carter se quitó sus vendajes esta mañana. Lloró durante 45 minutos cuándo vio sus cicatrices», aseguraba hace un par de días su padre, Mark Gentle, en Facebook. La publicación, que iba acompañada de una imagen del pequeño, explica que «dijo que tiene miedo que la gente piense que es feo. Esto es difícil de escuchar para un padre». Para intentar levantarle el ánimo al niño, los padres decidieron contarle que «sus cicatrices son bonitas y lo hacen parecer como un superhéroe» y además compartir la fotografía en el perfil del progenitor. «¿Cuántos me gustas puede lograr Carter por su valentía?», concluía el Mark Gentle.
Y la respuesta no se hizo esperar. Después de solo tres días, la publicación acumula más de un millón de me gustas y se ha compartido más de 90.000 veces. ¿Y los comentarios? Además de mostrar su apoyo al pequeño, muchos también enviaron imágenes con sus cicatrices para levantarle el ánimo al pequeño de siete años.
En declaraciones a Today, el padre de Carter Gentle explica que ni él ni su mujer Sarah se esperaban tal repercusión ya que consideraron que solo la verían sus amigos de Facebook, pero en solo 24 horas acumuló más de 20.000 me gustas. Ante tal respuesta, Mark le dijo a su hijo, tras subir el sonido de su móvil, que cada vez que escuchará un pitido, alguien le estaba enviando su apoyo. «El me miraba y cada vez que sonaba me decía '¿Papá, es para mí otra vez?'. Ha sido una gran inyección de confianza y terapéutico para él», aseguró el padre a este medio estadounidense.
«Sus cicatrices son lo que lo hacen él. Muestran a todo el mundo que era más fuerte que su enfermedad», afirma el padre. Por esta razón, Mark Gentle explica que el hecho de que la gente compartiera con ellos sus heridas ha sido positivo para el niño ya que así ha entendido que «hay un montón de personas que tienen una gran cantidad de cicatrices y que hay que estar orgullos de ellas». Al fin y al cabo, como dice en su publicación viral de Facebook: «las cicatrices son bonitas».