La tienda de ropa estadounidense ha cambiado su «política de apariencia» para contratar a sus dependientes y ya no exigirá ser «guapo y sexy»
27 abr 2015 . Actualizado a las 20:49 h.Los últimos datos de beneficios de Abercrombie & Fitch han provocado un giro radical en la política de la conocida cadena estadounidense de moda. Después de cerrar su último ejercicio fiscal un 5,1 % por debajo que doce meses antes, sus múltiples polémicas relacionadas con su «política de apariencia» y tras dejar Mike Jeffries el cargo como presidente ejecutivo, la firma ha decidido hacer un lavado de cara y afrontar el negocio con una nueva perspectiva.
¿Los primeros cambios? Según recogía hace un par de días Bloomberg, desde el pasado viernes ya no es necesario ser «guapo y sexy» para trabajar en Abercrombie & Fitch. La firma tenía hasta ahora como mensaje principal vender ropa para «guapos y guapas» y por ello, sus dependientes, debían poseer una belleza igual o superior a sus potenciales clientes y pasearse por la tienda con el torso al descubierto.
Era más que normal entrar en una de sus tiendas -que tienen como marca de la casa la escasez de luz, estar muy perfumadas y música de discoteca- y que la persona que atendía fuese musculosa y llevase poca ropa. Además, se establecía que nada de piercings, maquillaje, manicura francesa, o bigote. Recientemente, el Tribunal Supremo de Estados Unidos fallaba a favor de una joven musulmana a la que la firma se negó a contratar por llevar velo islámico durante una entrevista de trabajo. En otro caso por velo en California, Abercrombie & Fitch acordó pagar a la trabajadora 71.000 dólares.
Dejar de lado a sus dependientes desnudos y musculosos no será el último cambio. Abercrombie & Fitch también ha asegurado que sus publicidades también irán cambiando progresivamente. Según Bloomberg, será a partir de julio cuando las imágenes de las diferentes campañas de publicidad perderán el alto componente sexual que tenían. Del mismo modo lo hará de las bolsas de compra, de los cuadros que decoran las tiendas e, incluso, de las tarjetas de regalo.
Así, tras la marcha de Mike Jeffries, la idea ahora de la nueva cúpula de Abercrombie & Fitch encabezada por Christos Angelides es, según Bloomberg, en centrar la fuerza de las ventas deben en la propia venta y no en obsesionarse con el nivel de hermosura aceptado. «Hemos puesto al cliente en el centro del negocio», aseguraba al medio estadounidense.