El gran colisionador de partículas inicia una nueva fase de la física

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CERN

En esta nueva aventura de tres años participan 200 científicos y técnicos de diez centros de investigación españoles, con una destacada participación de la Universidade de Santiago

04 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi dos meses después de su reapertura tras una parada de 27 meses, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) empezó ayer a producir datos científicos para abrir una nueva ventana a la física. Seis haces de protones, cada uno de ellos con 100.000 millones de este tipo de partículas, fueron lanzados a primera hora de la mañana a una velocidad próxima a la luz para colisionar entre sí y poder registrar así los primeros datos de las colisiones a una energía nunca alcanzada en la historia: trece teraelectronvoltios. Es casi el doble que la lograda en la anterior etapa de funcionamiento de la conocida como máquina del Big bang, del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).

La física abrirá ahora una nueva ventana al universo oscuro más allá del bosón de Higgs. «Los tres primeros años de funcionamiento del LHC, que culminaron con un gran descubrimiento en julio del 2012, fueron solo el comienzo de nuestro viaje. Ahora es el momento de la nueva física», explicó ayer el director del CERN, Rofl Heuer.

En esta nueva aventura de tres años participan 200 científicos y técnicos de diez centros de investigación españoles, con una destacada participación de la Universidade de Santiago. «Duplicar a enerxía do LHC permitirá acceder a estados da materia con temperaturas nunca producidas en laboratorio, como as existentes nos primeiros microsegundos despois do Big bang», apunta el físico monfortino Carlos Salgado, que participa en el experimento Alice en un proyecto para estudiar los estados de la materia a elevadísimas temperaturas, «onde os quarks e os gluons están libres en distancias macroscópicas do tamaño do núcleo atómico».

Juan Saborido, también de la USC, espera que la nueva cota de energía permita al experimento LHCb, en el que trabaja, comprender por qué la materia venció a la antimateria en el universo que conocemos.