El virus, transmitido por un mosquito, provoca fiebre, sarpullidos y dolores articulares y musculares. No tiene cura ni vacuna. España ha registrado unos 90 casos en lo que va de año
25 ago 2015 . Actualizado a las 18:35 h.El primer caso autóctono del chikunguña -contraído directamente en España y no contagiado en el extranjero- ha hecho saltar todas las alarmas. Las autoridades sanitarias europeas recomiendan a España que se mantenga alerta para detectar posibles casos, mientras que las comunidades autónomas ya trabajan para controlar el mosquito tigre, transmisor del virus. En lo que va de año, España ya ha registrado unos 90 casos.
¿Qué es el chikunguña?
Literalmente, la palabra «chikunguña» significa «doblarse o andar doblado». Por eso el virus se llama así. Desemboca en una enfermedad, con el mismo nombre, que produce intensos dolores en las articulaciones que obligan al enfermo a doblarse. Conocida también como «artritis epidémica chikunguña» o «fiebre de chikunguña», se transmite al ser humano principalmente por la picadura del mosquito tigre, pero también por la de otros tipos de mosquito Aedes. Se tiene constancia por primera vez de este virus en el año 1952, un brote registrado en el sur de Tanzania. Se trata, según la OMS, de un virus ARN del género alfavirus, familia Togavirida, la misma del rubeola o sarampión.
¿Cómo se transmite?
El virus del chikunguña se transmite de una persona infectada a otra sana a través de la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente, los mosquitos implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus, dos especies que también pueden transmitir otros virus como el del dengue. Los mosquitos pican durante todo el día, aunque su actividad suele ser mayor a primeras horas de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas de la enfermedad suele aparecer entre los cuatro y ocho días posteriores a la picadura del mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre dos y doce días. Algunos signos son similares a los del dengue, por lo que, en ocasiones, sobre todo en zonas donde este último es frecuente, suelen confundirse los diagnósticos. El chikunguña comienza con la aparición súbita de fiebre alta, en ocasiones superior a los 40º C, que se extiende durante tres días. La temperatura corporal elevada suele estar acompañada de intensos dolores en las articulaciones. También son frecuentes los dolores musculares, las náuseas, el dolor del cabeza, la sensación de cansancio y las erupciones cutáneas. Los dolores articulares desaparecen generalmente en pocos días, pero, en algunos casos, pueden durar varios meses e incluso años. Según la OMS son muy debilitantes. En ocasiones, llegan a ser crónicos. Y en los casos menos comunes, el chikunguña produce además dolores gastrointestinales o complicaciones cardiovasculares.
¿Cómo se cura?
El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) explica que la mayoría de los pacientes se recuperan por sí mismos tras una convalecencia de hasta dos semanas. No existe ningún tratamiendo específico para tratar la fiebre chikungunya. Tampoco ninguna vacuna que la prevenga. El procedimiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos -fármacos para hacer disminuir la fiebre-, analgésicos y muchos líquidos.
¿Es mortal?
La tasa de mortalidad es muy baja, entre el 0,3 y 1 paciente de cada 1.000 infectados. Se trata principalmente de grupos de riesgo, niños pequeños, ancianos o personas con complicaciones o patologías previas.
¿Cómo protegerse del virus?
Las personas que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de mosquiteros en las ventanas. También es recomendable activar el aire acondicionado durante la noche, ya que los mosquitos huyen de las bajas temperaturas o recurrir a mosquiteras rociadas con insecticidad. El objetivo, principalmente, es mantenerse alejado de estos insectos. También es importante evitar acumulaciones de agua estancada -charcos, desagües...- cerca de nuestras viviendas, ya que los mosquitos tigre necesitan agua para que sus huevos se desarrollen.
¿Cómo ha llegado a España?
La enfermedad es común en África, Asia y el subcontinente indio. En los últimos decenios los vectores de la enfermedad se han propagado a Europa y a Américas. En el año 2007 se notificó por vez primera la transmisión de la enfermedad en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia. Desde entonces se han registrado brotes en Francia y Croacia. Este lunes, el Centro europeo de Prevención y Control de Enfermedades confirmó el primer caso autóctono en España, un hombre de 60 años residente en Gandía que no había viajado fuera de la Unión Europea en los tres meses anteriores. El comercio internacional es el responsable de la llegada de estos mosquitos tigre a nuestro país. En España se detectó en Cataluña en el 2004. Desde ahí, se ha ido expandiendo a lo largo de toda la costa mediterránea.