Los «servicios de proximidad» del centro «O Viso» fomentan la permanencia en el medio rural con la máxima autonomía
12 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez son menos las personas que deciden echar raíces en el medio rural, y una de las zonas de Galicia donde más se palpa esta pérdida poblacional es la comarca de A Limia, en Ourense. Esta situación sin duda dificulta que quienes residen en este entorno tengan los servicios más básicos a su alcance. Si a esto se le suma que el grueso de los habitantes son personas mayores que en su mayoría viven solas, la problemática está servida.
Para dar respuesta a estas necesidades surgió hace ahora 25 años el Centro de Desenvolvemento Rural O Viso, desde el que se «acompaña a la gente del entorno de A Limia en procesos de desarrollo que asumen el desafío de hacer crecer a todas las personas». Y envueltos en ese desafío o como les gusta llamarlo a los responsables de este centro, «utopía realizable», hace algo más de quince años surgió el programa Ayúdame a quedar: servicios de proximidad, que cuenta con la colaboración de Obra Social «la Caixa». Este proyecto, que se desarrolla tanto en Lodoselo como en los diversos pueblos de la comarca, afirma su coordinadora, Carmen Bohórquez, se creó por «las necesidades y carencias con que cuenta en la actualidad el medio rural: son estas las que nos han marcado el camino». Así, se le fue dando forma a un plan que sigue en la actualidad y que tiene un «carácter continuista orientado a fomentar la permanencia de la persona mayor en su entorno con el máximo grado de autonomía e independencia posible».
Son muchos los mayores que viven en una situación de casi aislamiento en esta zona y, como apostilla Bohórquez, «su calidad de vida no tiene por qué resentirse». Para evitarlo, y también para dar un respiro a sus familiares y cuidadores, la tarea de Ayúdame a quedar es acercar a los hogares de estas personas servicios de comedor, transporte adaptado, lavandería, podología, peluquería o terapia ocupacional.
Con el objetivo de cumplir cuidadosamente con su misión, este proyecto cuenta con «19 personas en nómina y más de 40 voluntarios entre los que se encuentran auxiliares de geriatría, fisioterapeutas, cocineros o un peluquero», comenta la coordinadora general. Bohórquez asegura que parte del éxito de este proyecto le corresponde a todas las personas que, sin recibir una contribución económica, se suman día a día a la iniciativa, aunque reconoce que podría haber todavía más voluntarios si Lodoselo fuera más accesible: «Es imposible llegar aquí sin coche», lamenta.
Por otro lado, desde el Centro de Desenvolvemento Rural O Viso quieren dejar patente que los efectos colaterales que derivan de la ayuda prestada a estos mayores son más que positivos. «Este plan no solo complementa la escasez de recursos sociales que presta la administración pública, sino que genera empleo, activa la economía y contribuye a fijar población en una zona; como consecuencia de todo ello, supone un elemento dinamizador de primer orden para el territorio».
Para convertirse en usuario de Ayúdame a quedar: servicios de proximidad, Bohórquez dice que no hace falta ningún requisito concreto, pero que siempre tendrán preferencia «las personas que vivan solas y que vivan más alejadas de, por ejemplo, una farmacia o un centro de salud».