Concha López: «La crisis global tiene cara de mujer, concretamente de niña»

N. Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La directiva de Plan International, que se encuentra en Galicia, trabaja para atajar la explotación infantil

03 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Charo López se encuentra en Galicia para promocionar la campaña #Girls4president, con el objetivo de erradicar la explotación infantil, y particularmente la femenina. Hoy en O Hórreo, tendrá voz propia junto a 60 niños gallegos y podrá dirigirse a los diputados para pedir su apoyo. En un mundo en el que 168 millones de niñas viven en semiesclavitud, Plan International quiere romper sus ataduras .

-¿Qué es Plan International?

-Nacimos para auxiliar a los huérfanos de la guerra civil española, pero ahora estamos ya en 72 países. Llevamos 9 años con la campaña Por ser niña, y elaboramos informes sobre la situación social, económica, de derechos y emergencias de la infancia. Queremos que se aproveche el potencial de la mitad de la población del mundo, la femenina, para cambiar los países, y que accedan a la educación que es algo básico. Las niñas son las más pobres entre los pobres.

-¿Cómo se acaba con la explotación?

-Con una educación de calidad, alejándolos del mercado laboral. Las niñas viven una explotación silenciosa; no hay casi datos. Se habla de 168 millones de niñas explotadas. En países como Benín, Ghana y Togo 9 de cada 10 menores tienen una hija en condiciones de esclavitud, pues las familias creen que volverán a casa con dinero para sacarlos de la pobreza extrema. Muchos niños no registrados son vendidos para cancelar deudas.

-¿Cómo afectó la crisis?

-Afectó de manera exponencial. La crisis y la pobreza tiene cara de mujer, concretamente de niña.

-¿Quién tiene la culpa?

-No hablaría de culpa, sí de causas como la discriminación de identidad y de género, o la distribución nada equitativa de la riqueza y la fatiga del donante, pues Occidente parece cansada de ayudar.

-¿Son habas contadas las que logran salir del pozo?

-No soy pesimista. Llevo 14 años y conozco historias de éxito. Además, hoy hay sensibilización para un cambio legislativo real.