Urban Exploration es una tendencia que nació en Japón con el nombre de haikyo (ruina), y que consiste en visitar, por curiosidad, morbo o como profesional de la fotografía, edificios desahuciados
31 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Urban Exploration es una tendencia que nació en Japón con el nombre de haikyo (ruina), y que consiste en visitar, por curiosidad, morbo o como profesional de la fotografía, edificios abandonados. Una nueva forma de hacer turismo que en Estados Unidos y Europa -y también en Galicia, donde ha comenzado a ser visible- se conoce también como Urbex.
¿En qué consiste esta exploración? Vale buscar antiguas fábricas, monasterios, escuelas u hospitales en estado ruinoso. Algunos aficionados saltan tapias, pero otros piden permiso para la visita. Lo primero es estudiar cada edificio y su historia. «Hay un proceso de documentación previo», dice el fotógrafo gallego Juan Luis Rúa, seguidor de esta tendencia. Es conveniente no ser temerario, pues hay construcciones cuya estructura supone un peligro. Se realizan quedadas de grupos o de manera individual. Los «descubrimientos» de lugares de interés son volcadas en redes sociales con cierto secretismo y sin citar su ubicación. «No queremos que estos lugares sean objeto de actos vandálicos», recuerda Rúa, que confiesa que para él se ha convertido en «una enfermedad».
¿Y por qué tiene tanto morbo? Rúa es contundente: «genera tensión y posee un halo de emoción y sorpresa». Entró en la antigua conservera Massó, en la Tabacalera coruñesa, en los psiquiátricos de Castro Ribeiras de Lea y de Toén y en el sanatorio de Cesuras. «Fui incapaz de ver la cárcel de A Coruña, y mira que lo intentéo», dice Rúa. ¿Qué se siente? «Vas abriendo puertas, pisando cristales y te sientes prtagonista de una película en la que no sabes qué va a ocurrir». En muchos inmuebles la vida quedó congelada, con juguetes, vajilla y armarios con ropa, «incluso uno de ellos con un traje de novia y otro de primera comunión», explica el fotógrafo.
Alejandro Nieto es otro gallego que sabe del tema, aunque especializado en ruinas militares, que -apunta- «en Galicia hay cientos». Su pasión la descubrió cuando hacía la mili, «y después le entró la curiosidad». Nieto, que participó en la publicación digital Military Ruins, visita angituas instalaciones castrenses y se dedica a actualizar su estado.