Fue causada por la misma bacteria que la peste bubónica y mató a 50 millones
01 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Año 541. Constantinopla, la suntuosa capital del imperio romano de Bizancio, era una tumba. Los muertos se apilaban en tal cantidad en las calles que era imposible limpiarlas, el hedor era irrespirable. Hasta 5.000 ciudadanos fallecían al día en la que está considerada como la primera gran catástrofe sanitaria de la humanidad. No fue la primera, pero sí la más importante hasta ese momento. Y se prolongó en varios brotes durante cerca de 200 años más hasta causar más de cincuenta millones de muertes. Fue la llamada plaga de Justiniano, el emperador apóstata de breve reinado y que precipitó, en buena medida, la decadencia del imperio romano, aunque tal y como surgió desapareció: sin causa y sin explicación.
Ahora, un estudio de investigadores alemanes publicado en la revista científica Molecular, Biology and Evolution ha permitido reconstruir las lagunas que ha dejado la historia a partir del análisis del primer genoma de alta calidad del agente bacteriano que causó la brutal epidemia. El ADN se extrajo de una de las víctimas, del siglo VI, de un cementerio alemán próximo a Múnich y el culpable es un viejo conocido: fue una de las variantes de la bacteria Yersinia pestis, la que causó la peste negra o bubónica en el siglo XIV, el episodio de salud pública más devastador de la historia, aunque se trata de cepas diferentes. Es el patógeno más antiguo del que se ha extraído el genoma completo, ya que circula por el planeta desde hace unos cinco mil años.
Surgió en Asia
Las conclusiones del nuevo estudio son coincidentes con el que se había realizado hace un par de años, publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases, aunque el actual es más completo y ofrece más detalles. Ahora se puede confirmar, de hecho, que la plaga de Justiniano no surgió en África, tal y como revelaba en sus crónicas el historiador Procopio. «Empezó -decía- con los egipcios en la ciudad de Pelusim. Se dividió y parte fue a Alejandría y el resto de Egipto y otra parte fue a sus vecinos los palestinos y, desde allí, recorrió toda la Tierra». Su origen, por contra, fue en Asia, pero en lo demás no se equivocó. La plaga se extendió por buena parte del mundo, incluida Europa, como lo prueba el hecho de que la bacteria matase a las personas enterradas en un cementerio cerca de Zúrich.
«Nuestra investigación confirma que la plaga de Justiniano llegó mucho más allá de la región documentada históricamente y proporciona nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de la Yersinia pestis», explica Michal Feldman, del Instituto Max Planck de Alemania y coautor del trabajo.
5.000 personas que morían al día. La plaga surgió en el año 541, pero se prolongó en varios brotes casi dos siglos más.