El hospital vigués logra preservar nervios que participan en la orina y el orgasmo
25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El cáncer es una enfermedad tan agresiva que suele combatirse con métodos muy agresivos. Ocurre con los tumores de cuello de útero. La cirugía tradicional es radical: la histerectomía consiste en extirpar todo el útero de la mujer. Se cura el cáncer, que es el objetivo principal, pero se pierden dos cuestiones fundamentales: la capacidad reproductiva de la mujer y unos nervios que tienen un papel esencial en la orina, la defecación y la función orgásmica. El Hospital Povisa ha desarrollado técnicas para combatir estos dos problemas y, de hecho, asegura que es el único centro sanitario gallego que las tiene.
Por un lado está la fertilidad de la mujer. El cáncer de cuello de útero afecta a siete de cada cien mil y cada vez son menos: existe una vacuna contra el virus del papiloma, que lo causa, que en Galicia está incluida en el calendario vacunal. Pero hay casos. La manera de operarlos desde hace más de un siglo consiste en dejar a la mujer sin útero. Esto es dramático si la paciente está en edad fértil. Para conseguir curar manteniendo la fertilidad existe una técnica que se llama traquelectomía. «Sacas el cuello, pero mantienes el cuerpo uterino», explica el jefe del servicio de Tocoginecología de Povisa, Francisco Estévez.
«Tampoco es una gestación fácil, hay que decirlo», advierte. Asegura que los riesgos del embarazo son mayores, aumenta la tasa de abortos y también las posibilidades de que la gestación termine antes de las 40 semanas. «El cuello es el que sostiene el embarazo, es como quitar un grifo, hay más riesgo de que se abra», especifica.
La técnica se hace por laparoscopia, no por cirugía abierta. Hay pocas candidatas, pues deben ser mujeres en edad fértil, con tumores inferiores a 2,5 centímetros y que no invadan el canal cervical. La mayoría de los procesos de este tipo se dan en señoras que han superado la edad fértil.
Povisa es el hospital de referencia para 137.000 personas del área de Vigo. Hace años que viene desarrollando las técnicas laparoscópicas para los cánceres ginecológicos y recibe pacientes de otros hospitales de Galicia. Ya ha tratado un centenar de cánceres de cuello por laparoscopia.
Gracias a esa experiencia desarrolló la segunda técnica. Se trata de preservar los nervios de la mujer cuando se hace una histerectomía. La extirpación del útero cuando hay un cáncer es muy profunda. La técnica para preservar los nervios se estrenó hace menos de una década. «Por laparoscopia se ven mejor los nervios y hay que localizarlos para poder preservarlos», explica el médico. De esta forma, también mejora el posoperatorio, ya que la sonda se puede retirar al día siguiente de la intervención.