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La autoedición revitaliza la industria de los juegos de mesa

Cristina Porteiro
cristina porteiro ESSEN / E. LA VOZ

SOCIEDAD

Autores españoles presentan en la feria SPIEL de Essen proyectos basados en la microfinanciación

17 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La ciudad alemana de Essen se despide de la feria internacional de juegos de mesa SPIEL hasta el 2017. Los fanáticos del tablero se resisten a dar por cerrada la cita e inundan los pasillos en los que se concentran las grandes empresas editoras como Devir o Edge E. En las salas adyacentes asoman la cabeza pequeños expositores con juegos a la espera de un mecenas. Algunos han visto la luz gracias a plataformas de microfinanciación como Kickstarter, un modelo que reproduce también la industria del libro. A falta de grandes firmas que apuesten por su creatividad, miles de autores se vuelcan en la autoedición y la fidelización de un público muy activo y especializado.

El zaragozano Nacho González consiguió introducir así en el mercado su Iron League, un juego distópico para niños que ahora aspira a conquistar en Essen a los adultos con la versión Black Stadium. El próximo mes de noviembre arranca la campaña para recaudar presupuesto. A su lado, Pablo Miras explica cómo funciona el juego de fantasía y magia que diseñó junto a su mujer Beatriz. Es cooperativo. «Mejor así porque siempre te acabas enfadando con algún amigo. Llevamos dos años probando el juego para asegurarnos de que nada falla», dice Miras. Ambos recurren directamente a los aficionados para buscar respaldo económico a sus proyectos. Álvaro Lerma y Jorge Rodríguez lo consiguieron con su Lord of the PIGS.

«Lo que no me gusta de la microfinanciación es que te prometen mucho y pocas veces cumplen con tus expectativas. Además, la calidad de los materiales es muy mejorable», se queja Olivier, un asiduo de la feria. Ese es el gran escollo. Existe mucha oferta de juegos. La industria se revitaliza y se diversifica, pero los fondos están muy fragmentados y los costes elevados de fabricación obligan a algunos autores a escoger diseños más simples. 

«Si buscas juegos sencillos, definitivamente estos no son para ti», advierte Vital Lacerda. Este portugués es autor de Vinhos, un juego simple en lo estético y complejo a nivel de estrategia. Deberás adquirir plantaciones en Portugal, sembrar, recoger la cosecha a tiempo, exportar vino, y vender en ferias. «¿Por qué no hace una versión con vinos de Francia o Italia?», pregunta un francés. «Podría alcanzar a un público más amplio», sugiere. Junto a los alvarinhos y oportos se erige el tablero de Lisboa. Está en fase de financiación. El aspecto es maravilloso. Las casillas del tablero reproducen la bella cerámica lisboeta. «Es un juego más sencillo, pero aprendes mucho de historia», dice Vital, quien propone reconstruir la ciudad devastada tras el terremoto de 1755. 

No faltan las empresas de suministros de cartas, tableros y talleres para enseñar a transformar tu idea en un juego. El proceso creativo, el diseño y la mecánica corre a cuenta de los autores. La financiación, a cargo de sus fieles.