El «showman», como se describe a sí mismo Xosé Manuel Piñeiro, más conocido como «Superpiñeiro», está a punto de cumplir 60 años y asegura que no piensa retirarse
25 sep 2019 . Actualizado a las 16:15 h.Me encuentro con Xosé Manuel Piñeiro (Allariz, 1957) en un hotel compostelano donde tiene cuenta. Es inevitable sentir el efecto que produce ver al natural uno de los rostros más populares de TVG. En realidad, Superpiñeiro parece en persona lo mismo que por televisión.
-Este año ya cumple los 60. ¿Piensa en retirarse?
-Ni se me ocurre. Cuando tienes la fortuna de trabajar en algo que te gusta, quieres seguir en activo. Además, no cumplo los 60 hasta diciembre.
-No los aparenta.
-Porque me cuido.
-Presentador, cantante, educador, escritor... ¿Qué tengo que poner junto a su nombre?
-Showman. Ya me bautizaron así en Allariz, bastante antes de trabajar en la tele.
-Y lo de Superpiñeiro, ¿a quién se le ocurrió?
-A Reixa, que de aquella estaba en el Supermartes. Dijo: «Dende hoxe vas ser Superpiñeiro». Y así fue.
-Y por ahí ¿cómo le llaman?
-Súper, a secas. Los más allegados me llaman Pi, como el número.
-Lo habrá contado ya mil veces, pero ¿cómo llegó a la tele?
-Lo he contado, pero me gusta recordar que puedes llegar a través de un cásting. Es bueno que la gente lo sepa. A mí me cogieron en un cásting para Supermartes. No conocía a nadie en la tele, aunque yo sí era ya algo conocido en Ourense. Cantaba en grupos, en orquestas, presentaba actos.
-Fue entonces cuando dijo que ya no lo sacaban de allí.
-Sí, ja, ja. Eso lo dije tiempo después, cuando un guionista me preguntó: «Piñeiro, ¿qué vas a hacer cuándo se acabe el Supermartes?». Y le contesté: «¡De aquí no me sacan ni los GEO, que me costó mucho llegar!».
-También leí que había hecho la mili de sargento.
-No cogí la objeción de conciencia por poco y pensé que, ya que tenía que hacerla, que fuera de la mejor forma posible. Así que la hice por milicias. Estuve dos meses en Toledo y luego seis meses de sargento en Ourense. En casa, guardaba la pistola entre la ropa.
-Y que fue monaguillo.
-En mi generación lo fuimos muchos. Yo llegué a estar un año en el seminario, pero lo dejé porque no me permitieron ver Eurovisión.
-¿Se imaginó alguna vez la nueva edad de oro que viven las orquestas?
-Nunca. Pero me alegro, porque dan trabajo a mucha gente.
-Algo tiene que ver este bum electrolatino.
-A mí me gusta la música latina, pero el reguetón... deberían cuidar más las letras, que hasta en la verbena se puede hacer pedagogía. Ah, y también creo que tendrían que darle una vueltecilla al vestuario de algunas chicas de las orquestas.
-¿Tiene algún programa favorito (que no sea suyo)?
-Yo siempre digo que soy un niño del 1,2,3. Era un gran admirador de Kiko Ledgard y de Mayra Gómez Kemp. Una vez tuve la suerte de traerla a mi programa y la recibí rodilla en tierra.
-Usted y Gayoso han coincidido con muchos personajes icónicos para los gallegos. ¿Cuál cree que es el principal?
-Juan Pardo. Yo lo veo en la radio. De cada diez llamadas, cinco son para que ponga canciones de Juan Pardo.
-¿Con quién le gustaría compartir micrófono para cantar una canción?
-Con Elton John.
-¿Es futbolero?
-Ya fui más de lo que soy. Es que ahora ya aborrezco todo lo que rodea al mundo del fútbol. Me gusta que el Celta y el Dépor estén en Primera.
-¿Y cuando juegan entre ellos?
-Yo vivo en Vigo. Prefiero que gane el Celta. También soy madridista.
-Un viaje largo en autobús y solo cuatro asientos libres: junto a Kim Kardashian, Cristiano Ronaldo, Puigdemont o Cospedal. ¿Dónde se sienta?
-Con Puigdemont. Sin duda. Seguro que tiene una conversación muy interesante, aunque luego no coincidiésemos en un montón de cosas.
-Cuénteme una locura.
-Una locura que haya hecho... [piensa] Locura era meterse ocho o nueve en un Mini 1000 para ir a la verbena de la Virgen del Cristal.
-Dígame una canción.
-Uf. Hay muchas... Una de Raphael: Digan lo que digan.
-¿Qué es lo más importante en la vida?
-La salud. Sobre todo para alguien tan hipocondríaco como yo. Pero... no me ha hecho una pregunta.
-¿Qué pregunta?
-A qué le tengo miedo.
-¿Y a qué le tiene miedo?
-A los titulares. Les tengo pánico. Es que estamos en la era Twitter y la gente no quiere leer. Se queda con el titular y ya no lee más.