A Coruña pasará a formar parte del día a día del presidente de la Xunta, al ser la ciudad en la que Eva Cárdenas ha desarrollado su vida familiar y laboral
16 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Alberto Núñez Feijoo se va arrimando al norte. El presidente de la Xunta, que a lo largo de su carrera académica, profesional y política vivió entre Ourense, León y Madrid, regresó a Galicia en el 2003 para trabajar en Santiago, donde también estudió en su etapa universitaria, pero fijó su domicilio particular en Vigo. Ahora, tras nueve años en Monte Pío, la residencia oficial de la que hace un uso limitado, A Coruña pasará a formar parte de su día a día, al ser la ciudad en la que Eva Cárdenas ha desarrollado su vida familiar y laboral. En realidad, la presencia del jefe del Ejecutivo gallego en la zona centro herculina es habitual desde hace unos meses. Comen, cenan y utilizan los servicios y la abundante oferta comercial del barrio cuando sus agendas se lo permiten, sobre todo durante los fines de semana.
La relación entre el político y la directiva de Inditex se conoció en el 2013, pero comenzó tiempo antes en un avión entre Madrid y A Coruña. Feijoo regresaba de una entrevista con el presidente Zapatero en el 2009 y la ahora madre de su hijo se sentó con una amiga en la misma fila, entablando conversación. Al final del vuelo, mientras recogían el equipaje, ellas reconocieron que les había parecido «simpático» y que, de haberlo sabido antes, lo hubieran votado en las autonómicas del 2009. La anécdota la contó el propio Feijoo en un programa de la televisión pública al que acudió a los pocos días de revalidar su tercera mayoría absoluta, tras unas elecciones en las que reclamó a la oposición que no hiciera causa política con el anuncio de su paternidad, que salió a la luz al principio de la campaña.
Sus apariciones en eventos públicos han sido muy limitadas. En agosto del año pasado participaron en un acto benéfico en una discoteca coruñesa, y meses más tarde, en noviembre, ella acudió a la toma de posesión de Feijoo en el Parlamento. Desde que se conoció el embarazo, el presidente pidió públicamente que se respetasen las decisiones de la pareja y, especialmente, las de la madre.