Cuando la terapia es disfrutar de un paseo por la naturaleza

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La Asociación pro Enfermos Mentales, apoyada por 'La Caixa', hace talleres que fomentan la autonomía

01 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

No tienen ganas de nada. Su enfermedad o la medicación para controlarla les ha quitado las ganas de moverse. No tienen estímulos. No tienen gana de realizar ninguna actividad. Hacer que vuelvan a ser las personas que sus respectivas patologías borraron es el trabajo que hacen en el centro que la Asociación pro Enfermos Mentales (APEM) tiene en Carballo. Ahora hay en torno a unos 40 pacientes.

Lograr ese gran objetivo no es fácil. Para que continúen con esa labor, la Fundación Obra Social 'La Caixa' les ha dado una ayuda de 8.000 euros para desarrollar su programa de ocio terapéutico. Los resultados de sus terapias no hay más que verlos.

«Las personas que tratamos tanto en el centro de rehabilitación, donde están los que tienen edades entre los 18 y los 60 años, como los del centro día, a partir de 60, llegan con un muy bajo nivel de motivación. Eso es lo que hay que cambiar», explica Esther Monterroso, la directora y psicóloga de la Asociación Pro Enfermos Mentales (APEM) de A Coruña. 

Actividades variadas

¿Cómo lo hacen? «Usando diferentes actividades con las que vamos obteniendo poco a poco resultados a corto plazo. Un ejemplo son los talleres ocupacionales que abarcan campos muy heterogéneos, de rehabilitación cognitiva, actividad deportiva para fomentar hábitos saludables, paseos terapéuticos por el entorno del centro e incluso después, cuando llevan un poco más de tiempo caminatas por el exterior».

En el centro que el colectivo tiene en Carballo han convertido un mero paseo en terapia. Es el primer paso para continuar con la rehabilitación de personas afectadas por trastornos graves que van desde la esquizofrenia al trastorno bipolar o incluso trastorno de personalidad. Salir a pasear, primero en el entorno del centro, pero luego en el campo o incluso realizando alguna ruta resulta muy favorecedor. «Cuando salen fuera van acompañados también», explica la directora del colectivo. Porque la naturaleza ayuda.

Las caminatas son solo parte de las actividades que desarrollan. Porque en los diferentes talleres tocan muchas áreas para que cada uno pueda decantarse por aquella que más lo estimule para abandonar el estado de dejadez con el que acostumbran a llegar al centro. «Hacen figuras con foami, material blando para modelar, taller de prensa, donde trabajan como reporteros. Los trabajos que hacen los publican luego en la revista Bimbios, que publica la asociación cada seis meses».

Desde el colectivo reconocen que lograr estimular a personas que no tienen ganas de nada y que, en el caso de los más mayores, combinan muchas veces esa dejadez con la escasa movilidad, no es tarea a la que no haya que dedicar un gran esfuerzo. Pero vale la pena. Y mucho. «A experiencia levada a cabo ata o de agora con ocio en persoas con trastorno mental severo mostra que hai graves dificultades para poder levar a cabo un ocio satisfactorio», explican fuentes de la asociación. Con todo, añaden que, «esa actividade unida a terapias concretadas para cada caso axudan a que esas persoas teñan unha maior independencia». El trabajo es lento, pero acaba dando resultado.